viernes. 29.03.2024

El incendio que arrancó el pasado jueves en Riodolas —Carballeda de Valdeorras— y que se extendió al Barco de Valdeorras contabiliza ya 2.800 hectáreas calcinadas después de una noche muy complicada en la que fueron evacuados decenas de pueblos y ardieron numerosas tanto en Candeda como en Alixo. 

Concretamente, el incendio obligó a desalojar a más de doscientos vecinos de la zona de Carballeda,como Candeda y Domiz y también de Vilariño, Millarouso, Coedo, Santigoso, Soulecín, Santa Mariña y Alixo en el caso de O Barco, ante la peligrosidad del fuego a los núcleos de población. 

El cambio de viento dejó ayer en muchos núcleos escenas de pánico tras ver cómo se reactivaban las llamas extendiéndose rápidamente por las aldeas lo que dificultó enormemente la labor de los medios de extinción. 

El alcalde de O Barco, Alfredo García, ha explicado que los problemas se concentraron durante esta pasada noche en tres puntos, en Santigoso, Santa Mariña y Alixo si bien resultaron afectados prácticamente todos los núcleos de población de la margen izquierda del Sil a excepción de Vales y Cesures. 

«Había fuegos por todos los lados. Llegó a haber fuegos en cuatro puntos diferentes, fue imposible atender a todos a la vez», concretó el regidor. 

Después de afrontar una noche complicada, el alcalde confía en que el fuego pueda quedar controlado con la ayuda de los medios aéreos de extinción tras una fatídica jornada vivida en toda Galicia. 

«En Alixo ardieron 15 viviendas. Es difícil saber el número de personas afectadas; en tres núcleos, hay gente que se fue por su cuenta, a viviendas que tenían en el Barco o a casa de familiares y amigos», apunta. 

Otro punto que causó preocupación fue Santigoso, donde estuvo actuando también la Unidad Militar de Emergencias —UME— para intentar evitar que el fuego llegue al pueblo y continúa propagándose. «Se intentó el desalojo de Santigoso y Santa Mariña pero ahí los vecinos decidieron quedarse para ayudar en tareas de extinción». 

En estos momentos, aclara que Santigoso se encuentra fuera de peligro y continúan vigilantes en Santa Mariña por si se produjese algún «cambio de viento» que favoreciese su reactivación. 

Por el momento, los efectivos están trabajando en Alixo para intentar «apagar los rescoldos que quedan». A partir de ahí, García ha explicado que el Concello estudiará el número de viviendas afectadas y los seguros a fin de estudiar ayudas económicas. 

El delegado territorial de la Xunta, Gabriel Alén, ha explicado que todavía hay zonas «que preocupan bastante. «La zona este, en Candeda, donde ardieron doce construcciones» y el flanco oeste. En estos momentos, «nos preocupa mucho flanco que está en dirección hacia Candeda». 

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Gabriel Alén, delegado territorial, en la Casa Grande Viloira 

La UME continúa desplegada en las zonas de Santigoso y Santa Mariña, con el objetivo de intentar controlar esos flancos y mantener a salvo los núcleos de población. 

El incendio de Riodolas supera las 2.800 hectáreas tras quemar 15 viviendas