El IES Lauro Olmo: un instituto con vocación de futuro y educación de calidad
En el Instituto de Educación Secundaria Lauro Olmo de O Barco de Valdeorras no solo se imparten clases, se construyen caminos. Así lo expresa su directora, Amparo Quiroga, quien lleva más de 25 años vinculada a este centro educativo. «Es mi instituto, no porque sea la directora, sino porque aquí he pasado la mayor parte de mi vida», confiesa con emoción.
La oferta del Lauro Olmo es amplia y variada: ESO, Bachillerato, Educación para Adultos y hasta seis ciclos de Formación Profesional de diferentes especialidades, además de la Escuela Oficial de Idiomas en francés e inglés. Y no es solo cantidad, sino también calidad. En los últimos tres años, prácticamente el 100 % de los alumnos presentados a las pruebas de acceso a la Universidad en junio han aprobado, muchos de ellos con notas brillantes.
Pero si hay un ámbito en el que el instituto brilla con luz propia, es en la Formación Profesional. Quiroga destaca la alta empleabilidad de sus ciclos, especialmente en Auxiliar de Enfermería, Automoción, Electricidad o Administración y Finanzas. «Las empresas nos reclaman a los alumnos incluso antes de acabar sus estudios», explica.
El ciclo superior de Vitivinicultura es otro ejemplo de éxito. Este año saldrá la primera promoción y la mayoría de los estudiantes han conseguido trabajo en las bodegas donde hicieron sus prácticas. «Tenemos la suerte de estar en una zona con oportunidades», apunta la directora.
El IES Lauro Olmo también apuesta por la internacionalización. Gracias a Erasmus+, los alumnos pueden realizar prácticas en países como Alemania, Francia o Portugal. «Abrir miras es fundamental», asegura Quiroga, convencida de que la experiencia en el extranjero fortalece tanto el currículum como el crecimiento personal.
Pero conseguir trabajo tras los estudios no es tan fácil, siempre hay que renunciar a algo. Para los que buscan opciones dentro de España, la directora lanza un mensaje claro: «Es difícil encontrar trabajo justo al lado de casa. Hay que estar dispuestos a moverse». En este sentido, desde el centro organizan sesiones de orientación laboral para que los alumnos sepan qué caminos pueden seguir tras finalizar sus estudios.
Más allá de los números y los datos, el Lauro Olmo se define por su ambiente cercano y colaborativo. «Es un centro abierto, donde todos podemos aportar y mejorar», resume Quiroga. Un equipo docente implicado y una comunidad educativa unida son los pilares sobre los que se sostiene este instituto que, año tras año, sigue formando a nuevas generaciones con un objetivo claro: prepararles para la vida.
Estos días, la actividad es frenética en el centro. En breve se abre el plazo de admisión para nuevos alumnos, concretamente el día 1 y hasta el 20 de marzo. Una oportunidad para aquellos que buscan no solo un centro educativo, sino un lugar donde crecer, aprender y construir su futuro.