Federico, diecisiete años junto a Santa Rita

Federico, diecisiete años junto a Santa Rita
La imagen recorrerá las calles este 22 de mayo adornada con más de 300 rosas rojas, gracias a un pequeño grupo de devotos que mantiene viva la tradición

Federico lleva diecisiete años sacando a Santa Rita cada 22 de mayo, en procesión. Lo hace movido por una devoción tranquila pero firme: «Me gusta venir a la iglesia y me gusta ayudar». Antes eran muchos los que compartían esta tarea, pero con el paso del tiempo —y del peso— ahora quedan apenas ocho.

Él fue uno de los que respondió al llamamiento del encargado cuando, hace años, hacía falta alguien más para mover la imagen en procesión. Y desde entonces no ha faltado. «Mientras el cuerpo aguante, aquí estaremos», asegura.

Durante todo el año, si hay que mover a la Santa, es también este pequeño grupo quien acude cuando el sacerdote lo requiere. La tradición en torno a Santa Rita se mantiene viva en el pueblo, aunque cada vez cuesta más encontrar relevo: «Tienen mucha devoción, pero ya no es como antes», admite Federico.

El fervor, sin embargo, se hace visible cada 22 de mayo. «Es una emoción que no se puede explicar, pero que llevas contigo», dice. Este año, como es habitual, la imagen recorrerá las calles engalanada con más de 300 rosas rojas, facilitadas por Pelo Pico Planta y colocadas con esmero por el párroco y las religiosas de la iglesia. Una estampa de fe, belleza y compromiso que, un año más, volverá a repetirse.