Comisiones Obreras ha expresado su «sospecha» ante «el acuerdo que pretende conseguir el Concello de O Barco con la concesionaria de la piscina municipal, la empresa Viaqua, a 20 meses de expirar la concesión». El sindicato ve inadmisible que el acuerdo de rescisión del contrato con la actual concesioria «vaya a dejar personal en la calle y que no se pongan en marcha los mecanismos necesarios para que se garantice la subrogación de los nueve puestos de trabajo actuales en la próxima adjudicataria del servicio».
Para CCOO resulta extraño «que la empresa esté dispuesta a desembolsar una importante cantidad de dinero que incluye los cánones hasta la finalización de contrato, la penalización por abandono de la prestación e incluso las indemnizaciones de despido de los trabajadores», cuando habla de pérdidas como la razón principal de abandonar la gestión de la piscina. Explican que para el Concello resulta ser una actuación «muy beneficiosa económicamente porque se embolsa una cantidad de dinero que después invertirá en arreglar la piscina».
Por todo ello, el sindicato le exige al Concello que retome la negociación de las condiciones del un acuerdo que tildan de sospechoso permitiendo la subrogación de los puestos de trabajo en la próxima empresa adjudicataria, según contempla el Convenio Colectivo Autonómico de Ximnasios e Actividades Deportivas.
Por su parte el Concello de O Barco explica, por boca de su alcalde Alfredo García, que «en esta semana empezaremos a trabajar ya en el pliego para sacar a consurso de nuevo las piscinas, y cuando una nueva empresa se haga cargo, los primeros trabajadores que contrate sean los actuales trabajadores». En referencia a la rescisión del contrato con Viaqua, explica además García que «lo que está claro es que el concello no puede asumir pérdidas ilimitadas y tiene que solucionar los problemas que atañen a los ciudadanos».
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