
¿Ansiedad o nerviosismo? Iria Fernández, psicóloga del Centro Resiliencia, nos explica cuáles son las diferencias que hay entre estos dos sentimientos. Sobre todo, para saber cuándo se debe pedir ayuda a un profesional.
El nerviosismo es una respuesta emocional habitual ante acontecimientos que nos hacen sentir inseguros o bajo presión. Suele desencadenarse en situaciones concretas. Este sentimiento es esencialmente la reacción natural de nuestro cuerpo ante amenazas o retos percibidos.
La ansiedad es algo más que sentirse nervioso o preocupado. Es un trastorno caracterizado por un miedo o una preocupación persistentes, excesivos e irracionales ante situaciones cotidianas. A diferencia del nerviosismo, que suele estar ligado a un acontecimiento o situación concretos, la ansiedad puede aparecer sin un desencadenante identificable y suele durar más tiempo.
Diferencias clave entre nerviosismo y ansiedad
El nerviosismo suele ser una reacción ante un acontecimiento o situación concretos, como una entrevista de trabajo o hablar en público. Está ligado a la respuesta natural del cuerpo.
Por otro lado, la ansiedad suele ser menos identificable y puede desencadenarse por situaciones graves. Es una afección crónica en la que pueden influir factores como la genética, la química cerebral, la personalidad y los acontecimientos vitales. Las causas de la ansiedad pueden ser complejas y múltiples.
Ambos sentimientos pueden provocar síntomas físicos como taquicardia, sudoración y temblores, sequedad de boca y sensación de incomodidad o malestar. Los síntomas del nerviosismo pueden variar de una persona a otra. También puede experimentar síntomas cognitivos, como dificultad para concentrarse o pensamientos acelerados.
Sin embargo, la ansiedad suele conllevar síntomas más graves y persistentes. Los síntomas pueden manifestarse tanto física como mentalmente. Los síntomas físicos incluyen inquietud, fatiga, insomnio y palpitaciones, dolor en el pecho, dolores de cabeza, problemas intestinales, heridas en la piel, y hasta pérdida de visión. Mientras que los psicológicos pueden implicar preocupación constante, miedo, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Aunque el nerviosismo puede causar malestar temporal, no suele interferir significativamente en la vida de una persona. Aunque puede resultar incómodo. Sin embargo, si se vuelve abrumador o persistente, puede empezar a afectar a su calidad de vida.
Sin embargo, la ansiedad puede tener un gran impacto en las actividades diarias, afectando al trabajo, las relaciones y la calidad de vida en general. Puede llevar al aislamiento y al comportamiento de evitación, haciendo que las personas se aparten de las situaciones que provocan su ansiedad.
El impacto de la ansiedad puede afectar a la capacidad para trabajar, estudiar, mantener relaciones e incluso realizar actividades cotidianas. En los casos graves, la ansiedad puede llevar al aislamiento y la retirada de las situaciones sociales para evitar los sentimientos de preocupación y miedo.
Si desea escuchar la entrevista completa puede hacerlo aquí: