Los más pequeños no se han quedado sin su celebración aunque, eso sí, ha tocado adaptarse a los protocolos de seguridad
La Covid-19 no ha quitado las ganas de celebrar las tradición del Samáin en los colegios de la comarca. Corren tiempos difíciles y cualquier disfraz o maquillaje terrorífico queda escondido bajo la mascarillas, pero aun así, los más pequeños no se han querido perder esta fiesta aunque siempre extremando todas las medidas de seguridad.
Brujas, fantasmas, vampiros y esqueletos han llenado unas aulas que este año no han podido disfrutar de las mejores calabazas debido a la medida que impide introducir nada externo en el centro. En todos los colegios le han dado una vuelta a esta tradición y, en lugar de verlas en personas, pueden hacerlo de forma virtual o en exposiciones fotográficas.
En el CEIP Ramón Otero Pedrayo de Viloira los más pequeños se fotografiaron en el photocall y leyeron cuentos de Samáin. Además, en clase de Arts elaboraron calabazas virtuales.
CEIP Julio Gurriarán
El colegio se llenó de monstruos, fantasmas... A cada uno de ellos se les hizo una fotografía para el recuerdo individual con el objetivo de cumplir las medidas. También hicieron photocall y, gracias al ANPA Arturuxo, el centro estuvo completamente ambientado.
CEIP de A Veiga
En A Veiga no ha faltado detalle. Han hecho obradoiros de cocina terrorífica y escobas de Samaín. Además, han creado sus propios relatos de miedo y los han leído a sus compañeros. Los más pequeños, los niños de infantil, hicieron una ronda de chistes. Todo ello ataviados con sus mejores disfraces.
Colegio Divina Pastora
En la clase de inglés de este cole dejaron volar la imaginación y pintaron calabazas a su gusto. Además, se hicieron su propia careta para el disfraz de este Samaín.
CEIP Condesa de Fenosa
El Samaín/Halloween de este colegio barquense estuvo este año condicionado por la pandemia, por eso la celebración se tuvo que restringir a cada aula. Pero aun así, el alumnado que así lo quiso pudo acudir al centro disfrazado para la ocasión, con el condicionante de no traer complementos ni maquillajes.
Además realizaron montajes por ciclos de las fotos del alumnado con su calabaza decorada, en las aulas además se proyectaron películas y cortos de miedo, así como documentales sobre los orígenes del Samaín.
También se tomaron meriendas terroríficas, jugaron a juegos terroríficos, se hicieron desfiles de modelos espeluznantes, se adornaron las aulas con motivos terroríficos; se elaboraron y se pintaron antifaces, calabazas, brujas, fantasmas y murciélagos, se visualizaron canciones y coreografías del Samaín, se trabajó vocabulario específico de esta celebración, tanto en inglés como en gallego y castellano.