
Está siendo un mes de emociones para Manu González. El jugador del Córgomo Vilamartín está a punto de iniciar una nueva etapa laboral en Irlanda que, por motivos obvios, le impide continuar en el club y se están sucediendo las muestras de cariño ante su despedida. El valdeorrés jugó sus últimos minutos con la camiseta verdiblanca el pasado domingo, en la victoria de su equipo ante el Soutopenedo por 0-4.
En declaraciones a Radio Valdeorras, González admite que no fue su mejor partido, “ya que estaba algo nervioso y emocionado por ser la despedida”. Sin embargo, apunta, “ver que la gente me aplaudió cuando salí del campo fue muy bonito. Además, en mi lugar entró un juvenil al que entrenó, lo que lo hizo todavía más especial”.
Y es que además de ser parte de la plantilla del primer equipo, fue el primer entrenador de los juveniles del club de Córgomo. De hecho, fue esa función “una de las cosas que más me ataba aquí”. Manu González admite que “pasar tanto tiempo juntos y tener una edad cercana hizo que todos nos convirtiésemos en amigos y que me diese mucha pena dejarlos a mitad de temporada”.

En la despedida con los juveniles reconoce que “hubo alguna que otra lágrima entre ellos y mía”. Ese difícil momento de comunicarles su marcha quedó compensando por “ver que tanto ellos como sus familias me tenían cariño, algo que me llena muchísimo y me hace pensar que, aunque no se diesen los resultados que nos gustaría y esperábamos, hice las cosas bien”.
Tampoco faltaron lágrimas al despedirse de sus compañeros del equipo de Segunda Galicia. La jornada anterior, en casa, ya lo mantearon al finalizar el encuentro. “Mucha gente estaba desconcertada porque todavía no lo sabían y me fueron preguntando, y después el club lo aclaró en redes”, explica Manu, que se muestra “muy agradecido a la gente del club y a la afición”. Este domingo llegaron sus últimos minutos, que fueron especiales.
Ahora, Manu piensa ya en su nueva vida en Irlanda, que cree que será “bastante diferente a como era aquí”. Trabajará como profesor de educación primaria, conociendo los métodos de enseñanza de este país a la vez que mejora su inglés. En principio, cuenta, el fútbol desaparecerá de su día a día, pero nadie duda de que Manu González, pese a la distancia, seguirá muy de cerca al Córgomo.