
Los locales de hostelería y restauración se adaptan a la nueva normalidad con diversos protocolos
¿Cómo es ir a cenar fuera en plena desescalada?. Esa es la pregunta de muchas personas que todavía no han vuelto a pisar un restaurante tras la pandemia provocada por el COVID-19.
Por ejemplo en el Café-Bar Despiste donde se han adoptado una serie de normas a la hora de comer o cenar allí. Un local que antes de la cuarentena tenía en muchos momentos clientes esperando para poder sentarse en las mesas y ahora, aunque sigue habiendo momentos con bastante gente en el interior del local -dentro del aforo permitido- desde este negocio nos destacan que ha bajado mucho el número.
Nada más entrar al establecimiento, en la misma barra del bar, hay un bote de gel hidroalcohólico, además de los camareros con sus respectivos elementos de protección para evitar contagios.
A la hora de ir a las mesas -que están muy separadas entre sí- se debe preguntar a alguno de los empleados o gerentes, indicarle el número de comensales y así poder sentarse en la mesa, estando destinado sobretodo a grupos grandes de clientes -15 máximo- que establecen en este local.
Aquí aún se pueden partir las raciones, pero ya no es como antes, ahora si se desea compartir, por ejemplo media pizza, debes indicar quienes la van a comer y a cada uno se le da la respectiva porción, solo hay una excepción, y es cuando los clientes vivan juntos.
Además algo tan simple como un pincho servido con la bebida se sirve por separado, cada cliente uno.
Por último la hora de pagar, si se va en un grupo por ejemplo de amigos se debe mantener la distancia de seguridad en todo momento, sin aglomeraciones y por turnos ya que el número máximo de personas que pueden pagar a la vez en la barra, donde se efectúa el cobro, es de 3.