
Con el cargo recién estrenado, Marcos Prada nos concede su primera entrevista como presidente del Consejo Regulador de la D.O. Valdeorras. Este lunes le confirmaron que el pleno aceptaba su nombre por unanimidad y que será el encargado de representar a la entidad durante los próximos cuatro años.
Marcos Prada Ginzo no es un desconocido en el ámbito de la Denominación de Origen Valdeorras. Su historia con el Consejo comenzó hace más de cuatro años, cuando asumió el cargo de vicepresidente primero. Sin embargo, por cuestiones de salud, tuvo que abandonar aquella posición, lo que marcó una pausa en su trayectoria dentro de la institución. Hoy, recuperado y con la energía renovada, Prada asume el liderazgo con el respaldo de todos los miembros del pleno, quienes confiaron plenamente en su visión y compromiso.
Un liderazgo con miras a la internacionalización
Prada, gerente y copropietario de Adega Melillas e Fillos (ubicada en A Rúa), conoce de cerca la importancia que el sector vitivinícola tiene para la economía y la identidad de Valdeorras. En su regreso a los puestos de responsabilidad de este organismo, muestra una clara intención de continuar con el trabajo de sus predecesores, siguiendo una línea continuista marcada por el plan estratégico presentado hace tan solo unos días. «Voy a dar continuidad al trabajo realizado por los dos presidentes anteriores. Tenemos sobre la mesa un plan de marketing y promoción, y voy a llevarlo adelante», explica con determinación.
Uno de los principales objetivos de Prada en este nuevo ciclo es la expansión internacional de los vinos de Valdeorras. «Queremos llegar a cualquier rincón del mundo. Y uno de esos rincones es el mercado estadounidense, un público al que Valdeorras quiere llegar con mayor intensidad. «El mercado americano es muy interesante para nosotros porque ya son grandes conocedores de nuestros vinos», señala, convencido de que el potencial de los blancos y tintos de la región puede abrirse paso en nuevas latitudes.
Compromiso y cercanía con el sector local
A sus 45 años, Prada encarna el perfil de un líder comprometido con el desarrollo de su tierra. Su regreso al Consejo Regulador, después de superar dificultades personales, es una muestra de la dedicación con la que afronta su cargo. Ante el tiempo que implica esta responsabilidad, asegura: «Lo cojo con mucha responsabilidad este cargo».
Un equipo y una visión por consolidar
Aunque Prada acaba de asumir su puesto y necesita ponerse al día con los detalles internos, ya anticipa que mantendrá la cohesión dentro del Consejo Regulador y que, por el momento, no se prevén grandes cambios en el equipo. No obstante, en las próximas semanas evaluará junto a sus colaboradores los pasos a seguir para fortalecer la denominación.
Marcos Prada Ginzo representa una nueva etapa para la D.O. Valdeorras, marcada por la continuidad, la expansión y el compromiso. Con su liderazgo, busca que cada botella de Valdeorras se convierta en un símbolo de calidad y que, en cada copa, los consumidores de cualquier lugar del mundo descubran «un tesoro» en el vino de esta tierra.
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