¿Volvemos a disfrutar la ViboMask?

Los ojos estaban pendientes del cielo, pero las ganas y la ilusión pudieron frenar la previsión de mal tiempo en esta novena edición

La ViBoMask ha puesto el broche final al ciclo del Entroido. Unos meses en los que la gente ha demostrado su pasión y entusiasmo por seguir manteniendo viva esta tradición ancestral. Unos días en los que solo importa el ritmo de los bombos y, sobre todo, esas máscaras venidas de toda la península ibérica —sumadas a la de Sappada, grupo internacional de este año—. 

En esta novena edición el nerviosismo era palpable. La meteorología no parecía querer que este desfile saliese adelante, sobre todo en el caso de Viana. Los ojos estaban pendientes del cielo, pero las ganas y la ilusión pudieron frenar la previsión de mal tiempo. 

La interacción entre máscaras y visitantes fue uno de los grandes protagonistas en esta edición. Niños "secuestrados" por alguno de los miembros de una agrupación o mayores rodeados por grandes dragones. Este sería un pequeño resumen de lo que se ha podido ver durante esas horas de desfile. 

A modo de recordatorio, estas eran las máscaras que han venido este año. De Portugal vinieron Os Caretos de Arcas, de Lazarim y de Parada. Dejando Galicia aparte, de España acudieron los Sidros y Comedies de Valdesoto (Asturias), de Cantabria estaba la Vijanera y el Andrudio de Piasca.

De la zona de Castilla y León se pudo disfrutar de la Visparra y Telanqueña de San Martín de Castañeda, el Atezanador de San Vicente, los Guirrios y Toros de Velilla de la Reina de León. Aunque hacía siete años que no acudía, Jarramplas del Piornal de Extremadura. Y como no, los Diablos y Mascaritas de Luzón de Guadalajara. 

Cabreiros de Muíños, Ourense

Centrándonos en Galicia. De Lugo estuvieron presenten el Oso de Salcedo, Volantes del Entroido Ribeirao y de Pantón. De la zona de Coruña estuvieron Xenerais de Ulla y el Entroido de Samede. De Pontevedra se pudo ver las Malamas e Galáns de Cobres y los Merdeiros de Vigo. De la provincia de Ourense acudieron casi todos, añadiendo por primera vez el Entroido de Mugares y los Cabreiros de Muíños

¿Cómo nació esta celebración?

Perdurar esta tradición, seguir llegando los más mayores y mantener el mundo rural vivo, los tres pilares de los que nació la Mascarada Ibérica. Nos remontamos al año 2009 cuando Jorge Minas intentó «agrupar os fulións das aldeas en torno a Fulións Rurais. Non había xente suficiente durante o ciclo de entroido para ir tocar a xente maior polas aldeas», recuerda. 

Después de esto, «empezamos a visitar diferentes festivais e así coñecemos asociacións e agrupacións». Gracias a estos primeros contactos, «ocorréuseme facer o festival no rural, onde debe estar. Agora fai 10 anos —polo parón da pandemia—, decidimos trasladar o desfile a Viana e Vilariño», asegura Minas.

Los inicios fueron duros, «empezamos sendo moi poucos», recuerda. Ahora se puede observar todo el contrario, «seguimos crecendo, veise que a ilusión é grande». Jorge Minas hace hincapié en estos dos últimos años, «foi un orgullo enorme ver que todos estamos a unha e que temos o mesmo propósito que é ter o recoñecemento de Patrimonio Material da Unesco». 

«As tradicións teñen un futuro establecido corto se non estamos unidos. Iso si, hai que recoller que hai máis xente detrás, levamos moitos anos traballando por e para isto», concluye.