
Mañana tensa en los alrededores del grupo Irosa-Samaca. Los trabajadores se incorporaban a sus puestos a las 08.00 horas en una calma "tensa". Mucha incertidumbre entre ellos por todas las informaciones que han ido recibiendo en las últimas 24 horas. Se entendía que el conflicto estaba solucionado desde principios de mes, pero las cosas se torcieron en las últimas horas.l
En la tarde de ayer se anunciaba que el preacuerdo se había roto y, tras un reunión entre Rogelio López y Odilio Fernández, se aseguraba que el desahucio se haría efectivo y, después, se acudiría al notario para ratificar un acuerdo final que pondría fin a este problema.
Desde Comisiones Obreras, Óscar Guerrero ,ratificaba esta información y explicaba que ayer por primera vez estuvo presente en una negociación entre partes. «Llegaron a un acuerdo en algunos párrafos que se modificaron y que Rogelio estuvo de acuerdo. El presidente de la Comunidad de Montes dijo que hoy subirá con la secretaria del Juzgado. Pidió que se solucionara todo de forma pacífica para automáticamente ir al notario y levantar el alzamiento». Acto seguido «se devolverán las llaves a Irosa. Es cuestión de fe. Hoy de una u otra forma íbamos a salir, así que vamos a tener fe en ellos».
Desde el sindicato CIG no confían en que esto sea así. «Sabemos que hoy están dispuestos a cerrar la empresa y dejar a la gente en la calle tirada. Nuestro objetivo es defenderlos. Pedimos que llegue el sentido común», explicaba Anxo Pérez, secretario general de la CIG. «Nosotros no damos crédito. De momento no creemos nada, no tenemos fe ninguna».