El equipo de arqueólogos e historiadores quiere documentar los restos de la antigua mina de Valborraz
El equipo de Sputnik Labrego volverá a los montes de Casaio, Carballeda de Valdeorras, durante la próxima semana, para documentar los restos de la antigua mina de Valborraz. El objetivo, según explica Carlos Tejerizo director del proyecto, es «documentar todos los vestigios que aún quedan». Y es que, según explica este equipo de historiadores y arqueólogos, la antigua mina de Valborraz fue uno de los enclaves principales de la conocida como guerra del wolframio en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, cuando la España de Franco exportó este mineral en grandes cantidades, sobre todo a la Alemania nazi.
En este contexto, la mina de Casaio fue una de las gestionadas de forma directa por aquella Alemania, de ahí que sea conocida como la ciudad de los alemanes. Fue también en este período cuando la mina acogió el Destacamento Penal de las Minas de Valborrás, analizado en profundidad por el investigador Isidro García Tato. Sin embargo, Spuntnik Labrego sabe que «la mina esconde una historia mucho más rica y compleja» que intentarán descubrir partiendo del conocimiento que ya poseen gracias al trabajo del historiador y catedrático de Viladequinta.
Alejandro Rodríguez y Carlos Tejerizo, historiador y arqueólogo miembros de Sputnik, han advertido de que «la mina se encuentra actualmente en un estado muy avanzado de deterioro». De hecho, en 2010 sufrió un terrible colapso de las canteras de pizarra de alrededor, «que se llevaron por delante una parte muy sustancial de las antiguas estructuras de la mina». Es, por tanto, urgente intervenir sobre este paisaje industrial, con el objetivo de que la información recabada pueda servir «para proteger y poner en valor un lugar único».
