Cada año, el barrio de Vilela, en A Rúa, honra a San Blas con una celebración que combina fervor religioso y tradición gastronómica. Del 25 de enero al 3 de febrero, se llevó a cabo la novena en honor a este santo, conocido como el protector de los males de garganta. Durante nueve días, los fieles acudieron a la capilla del Padre Eterno de Vilela, perteneciente a la parroquia de San Esteban Protomártir, para rendir homenaje a San Blas con oraciones y plegarias.
El lunes 3 de febrero, día grande de la festividad, tuvo lugar la misa solemne y la tradicional procesión. La ceremonia religiosa, oficiada por el párroco de San Esteban, Severino Pérez, y el de la parroquia de Fontei, Daniel Pérez, congregó a numerosos devotos que recorrieron en procesión las calles del barrio portando la imagen del santo.
Como antesala de la festividad religiosa, el sábado 1 de febrero se celebró la décima edición de la Festa dos Callos, organizada por la Asociación de Veciños de Vilela. A partir de las 14:00 horas, los asistentes pudieron disfrutar de un completo menú compuesto por entremeses, empanada, callos a la gallega, torta de roxóns, vino, café y licores, en un ambiente de convivencia y alegría.
San Blas: Protector de la Garganta
San Blas fue un obispo y mártir del siglo IV, nacido en Sebaste (actual Turquía). Según la tradición, salvó a un niño que se estaba ahogando con una espina de pescado, lo que lo convirtió en el santo al que se invoca para proteger la garganta de enfermedades. Por ello, en su festividad es común la bendición de gargantas, un rito que muchos fieles mantienen con gran devoción.
En Vilela, esta celebración mantiene viva una costumbre arraigada en la historia del cristianismo y refuerza el sentimiento de comunidad entre los vecinos, combinando fe, tradición y buena gastronomía.
