La Diputación de Ourense compró en 2022 un edificio en A Rúa con un objetivo concreto: convertirlo en la primera sede administrativa provincial en Valdeorras y acercar la gestión y los servicios de la institución a una comarca alejada de la capital. Tres años después, el inmueble permanece cerrado, sin uso y en un avanzado estado de deterioro, una situación que el Bloque Nacionalista Galego considera injustificable tanto desde el punto de vista institucional como desde la seguridad.
Por eso, llevará este asunto al pleno de la Diputación de Ourense de este viernes a través de una moción que reclama retomar de inmediato el proyecto de rehabilitación y poner en funcionamiento el edificio adquirido con fondos públicos. La iniciativa fue presentada en rueda de prensa en la sede del BNG en O Barco de Valdeorras por el diputado provincial Xosé Manuel Puga y la alcaldesa de A Rúa, María González Albert.
Para la formación nacionalista, no tiene sentido que un inmueble comprado expresamente para uso administrativo se deje deteriorar mientras Valdeorras sigue sin contar con una sede provincial desde la que se puedan realizar gestiones y recibir atención directa. «Non se pode seguir falando de cooperación cos concellos mentres infraestruturas financiadas con cartos públicos e anunciadas como estratéxicas fican pechadas e abandonadas», aseguró Puga.
El diputado provincial subrayó que la compra del edificio respondía a una necesidad real. Valdeorras se encuentra a más de cien kilómetros de Ourense, con desplazamientos largos y dificultades de conectividad que complican la relación diaria con la administración provincial. «Valdeorras necesita sí ou sí atención directa á cidadanía», defendió, apostando por descentralizar servicios como la recaudación y xestión tributaria, la asistencia técnica, xurídica e administrativa, el soporte informático y la atención ciudadana, funciones que ya están delegadas en la Diputación o que previsiblemente lo estarán en el futuro.
Puga diferenció este modelo de sede operativa del actual despacho que la Diputación utiliza en un edificio de la Xunta en Viloira. Según explicó, no se trata de contar con un espacio para reuniones puntuales, sino de disponer de un edificio administrativo desde el que se presten servicios reales y estables a la comarca.
La alcaldesa de A Rúa, María González Albert, por su parte, puso el foco en las consecuencias prácticas del abandono del inmueble. «Este edificio converteuse nunha ruina que está afectar á seguridade da veciñanza e tamén dos edificios colindantes», aseguró.
Según explicó, el Concello tuvo que intervenir en varias ocasiones tras la caída de partes de la fachada y del lousado a la vía pública. «Desde que o BNG chegou á Alcaldía puxémonos en contacto coa Deputación, tanto con Presidencia como coa deputada asignada a Valdeorras e cos técnicos, para alertar da problemática deste edificio, pero non se fixo nada», añadió.
La moción que se debatirá en el pleno insta al gobierno provincial a retomar de inmediato el proyecto de rehabilitación, aprobar un calendario claro de actuaciones y destinar los recursos necesarios para poner el edificio en funcionamiento en el menor plazo posible.
También propone crear una mesa de trabajo con los concellos de Valdeorras y los grupos políticos para definir de forma conjunta qué servicios debe albergar la futura sede y hacer pública toda la documentación relativa al proceso, con el compromiso de que el inmueble no vuelva a quedar sin uso.
Aunque las mociones no son de obligado cumplimiento, el diputado provincial advirtió de que el debate del viernes servirá para conocer la posición de los distintos grupos políticos. Mientras tanto, el BNG insiste en que la prioridad es doble: actuar de inmediato para evitar riesgos para la seguridad y cumplir el objetivo para el que se adquirió el edificio, dotar a Valdeorras de una sede desde la que la Diputación pueda gestionar y prestar servicios.


