Un meteorito de tamaño mediano podría provocar la devastación de una zona local
Las lluvias de estrellas no son solo para el verano. Durante todos los meses del año se producen estos fenómenos pero, ¿realmente sabemos lo que son? No son meteoritos y tampoco llegan a caer en la tierra. Durante el pasado fin de semana, se pudieron disfrutar de las denominadas Geminidas.
Normalmente las lluvias de estrellas, como explica el astrónomo Óscar Blanco, «están relacionadas con los cometas. Pero en este caso, las Geminidas provienen de asteroides». Los restos de estos entran en la atmósfera a grandes velocidades, unos 50 km/segundo, y se desintegran. «Por eso vemos ese brillo y la estela que queda. Pero hay que tener en cuanta que su tamaño es el de un grano de arena», confiesa.
Las Geminidas son algo más grandes y por eso su brillo es mayor. «Podemos esperar meteoros bastante largos, lo cual no está mal, porque este fin de semana hay luna llena y la luz impide verlos con claridad».
Mitos sobre los meteoritos
Hay que tener en cuenta que estas partículas no son meteoritos, ya que para considerarlos como tal es necesario que aterricen en la tierra. «Son meteoros, porque se desintegran», asegura el astrónomo.
Eso sí, debemos tener en cuanta que diariamente impactan meteoritos en la tierra. «Suelen ser pequeños y caen en zonas como el océano, o un desierto. Es más, no se conocen casos de personas heridas por el impacto de un meteorito. La probabilidad de que suceda es bajísima».
A pesar de esto, desde los observatorios se vigilan constantemente estos elementos. «Lo que nos debe preocupan es que a veces caen algunos más grandes, aunque ocurre con menos frecuencia. Uno grande pasa cada varios millones de años y uno mediano, que podría producir una devastación local, cada pocos siglos».
Pero por el momento, no existe ninguna solución practica ante este posible impacto, aunque sí teórico. «En el caso de uno mediano, lo mejor sería desalojar la zona. Lo más importante es tener tiempo. Si se descubre uno grande varios años antes, se podría evitar».
Esto pasaría por varias opciones. Una de ellas es empujarlo. «Se coloca una nave y al encender el motor, se le desplaza un poco. También existe la posibilidad de lo que llaman tractores, que orbitan a su alrededor y generan un tirón gravitatorio». Esto haría que el meteorito en lugar de impactar contra la tierra, pasar a kilómetros de ella.
«Ha ocurrido en el pasado y ocurrirá en el futuro. Pero no sabemos cuando. Por el momento no se conoce ninguno que vaya a chocar», sentencia el astrónomo.
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