El pleno extraordinario celebrado este lunes, 18 de agosto, en O Barco de Valdeorras estuvo inevitablemente marcado por los incendios que asolan la comarca. Con el humo todavía en el aire y el ánimo de la población golpeado por la catástrofe, la corporación municipal se reunió para oficializar la renuncia de Alfredo García, alcalde durante los últimos 26 años, en un pleno que no se podía suspender para cumplir los plazos marcados por la ley.
García, que leyó un discurso preparado aunque no pudo evitar improvisar algunas declaraciones. Repasó los principales hitos de su gestión y, sobre todo, dedicó un amplio apartado a quienes lo han acompañado en este camino. Nombró uno a uno a los concejales de su grupo, tanto los actuales como algunos de los que estuvieron en anteriores mandatos, agradeciendo la lealtad y el trabajo compartido.
García, además, recordó cuál ha sido su forma de gobernar a lo largo de este más de cuarto de siglo: «Presumo de que neste concello todos os grandes temas saíron por unanimidade», subrayó, reivindicando un estilo de política basado en el acuerdo.
Muy emotivo fue también el momento en el que se dirigió a su familia, en especial a su mujer —presente en la sala—, a la que reconoció como apoyo imprescindible durante años de dedicación absoluta al municipio. «Foron eles comprensivos, xenerosos e máis pacientes do que ninguén pode imaxinar», afirmó.
El ambiente en los puestos socialistas reflejaba la tristeza por la marcha de su referente. «Marcha quen foi máis ca un alcalde, un referente na política galega e unha figura clave na transformación do Barco», expresó el grupo municipal en un discurso leído por Aurentino Alonso, que habló primero en nombre del PSOE y después, ya como nuevo alcalde, cerró el pleno visiblemente emocionado. «Sentímonos fondamente orgullosos de ter contribuído xuntos á transformación do noso pobo», señaló antes de asumir a continuación a alcaldía, con el compromiso de continuar esa senda.
Más frío fue el tono del BNG. Su portavoz, Manuel Agra —único presente de los tres ediles nacionalistas por motivos personales— abrió su intervención con un recuerdo a los vecinos afectados por los incendios: «O Barco ole a fume, impotencia e rabia». Reiteró su respeto por la decisión de García y la disposición de su grupo a colaborar en los grandes temas del municipio.
El PP, a través de su portavoz Antonio Melo, optó por un mensaje cordial, reconociendo la labor del ya exalcalde y tendiendo la mano para mantener la cooperación institucional.
El pleno concluyó con un largo aplauso. García, arropado por antiguos concejales y allegados, dejó un último mensaje que resume su manera de entender la política local: «Marcho da alcaldía, pero non marcho do Barco. Estarei aquí como veciño, con orgullo do feito e vivido e coa esperanza posta no futuro».
Puedes ver los discursos de Alfredo García y Aurentino Alonso aquí:
