
Una patrulla del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de O Barco de Valdeorras, interceptó en la Nacional 120 al conductor de un vehículo articulado que efectuaba el trayecto desde Sarria, transportando leche cruda.
Fue sometido en primer lugar a una inspección en materia de tiempos de conducción y descanso. Se detectó una infracción muy grave sobre conducción ininterrumpida, otra grave sobre el mismo motivo y seis infracciones leves de excesos de conducción diaria, totalizando ocho infracciones en materia de transportes.
Al realizarle la prueba de drogas, los agentes comprobaron que el resultado era positivo, indicando así la presencia de drogas en el organismo, en concreto THC (pendiente de la confirmación del análisis en el laboratorio de referencia). Además, tras la inspección descubrieron 3 gramos de hachís, que portaba, «presuntamente, para consumo propio».
El camión quedó inmovilizado en el lugar de la detección, hasta «la desaparición de las causas en su conductor». Desde el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense, se recuerda la incompatibilidad del consumo de alcohol y drogas con la conducción, debiendo erradicarse aquellas conductas de riesgo, especialmente en conductores profesionales, cuyos vehículos de grandes dimensiones, pueden ocasionar graves consecuencias en caso de un siniestro vial.
El consumo de alcohol y otras sustancias estupefacientes, agravados con los incumplimientos de los tiempos de conducción y descanso, influyen en el conductor del vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad y creando un concreto peligro para la vida propia y la de los ocupantes del resto de vehículos.