Los días 25 y 26 de agosto celebrará su «Caturday» en el Paseo de O Malecón de O Barco para promover la adopción de gatos
Los próximos 25 y 26 de agosto la «Patrulla Felina» de O Barco saldrá a la calle con motivo de su evento anual «Caturday» . El objetivo es fomentar la adopción de gatos y, al mismo tiempo, divulgar la labor que desarrolla esta asociación y su protectora, además de fomentar la implicación de la población con este colectivo. Para ello, instalará un punto de información en el Paseo de O Malecón, habrá gatos y un pequeño mercadillo.
La «Patrulla Felina», que preside Lorenzo Abelaira, nació hace casi tres años a raíz del problema que generaba la presencia de gatos callejeros en la villa barquense, un conflicto que rompía la armonía de la convivencia entre vecinos y estos animales. Además, la situación la agudizaba el hecho de que muchas personas alimentaban a los gatos por su cuenta ocasionando problemas de salubridad.
«El Concello de O Barco no sabía cómo actuar. Tampoco era cuestión de sancionar a la gente que alimentaba a los gatos pues era un acto compasión hacia los animales», recuerda Lorenzo Abelaira. Así, después de explicar a la institución municipal Explicaron cómo funciona el «Método CES» — de captura, esterilización y suelta—, se aplicaron medidas que sigue en funcionamiento con notable éxito.
Lorenzo Abelaira indica que el citado sistema se sigue aplicando. De hecho, en este momento se está interviniendo en la zona de «Talleres Meleiro». Consiste en intervenir en las colonias «lo menos posible, lo justo, simplemente para capturar, esterilizar y soltar a los gatos en el menor tiempo posible», aclara. El objetivo es controlar la población de gatos callejeros y que no críen sin control. «Es la forma más ética», añade.
Además, sólo personas autorizadas alimentan a las colonias callejeras y siempre con pienso pues «la comida humana genera restos que se descomponen y, por tanto, habría malos olores e insalubridad», indica Abelaira. Por ello, existen casetas repartidas por varias zonas, una de ellas la del Casino en O Malecón. «Son el punto para alimentarlos y permiten controlar las colonias, crear censos de población de gatos», argumenta.
Patrulla Felina supuso el control de las colonias y la implicación del Concello de O Barco, que preside Alfredo García, en esta tarea. Toda una meta conseguida si bien todavía quedan retos por alcanzar.«Al principio fue reticente, pero después sí se involucró», relata Abelaira.
En la actualidad, están controlados más de 200 animales, concretamente de las colonias de O Casino, la «Calle oscura», Viloira y, ahora, está trabajando con una asentada en el ámbito de «Talleres Meleiro».
La asociación también funciona como protectora, ubicada en la antigua perrera municipal, cedida por el Concello para esta finalidad. Este apartado «es el que más nos llena y gusta», esgrime el presidente del colectivo. Recoge camadas de gatos y les busca hogar, además de dar servicio cuando alguien pierde su mascota.«Tenemos entre 16 y 17 adultos, 8 crías y 5 en casas de acogida», cita.
Lorenzo Abelaira lanza un mensaje a la población: «Tener un animal es una gran responsabilidad». Por ello, aconseja esterilizarlos. « Tienen que estar castrados pues de otro modo se crean problemas de población», dice.
El presidente de «Patrulla Felina» considera que el problema de las protectoras es la falta de implicación de las administraciones, si bien aclara que el Concello de O Barco «se ha portado bien». Echa en falta más apoyo económico pues el colectivo realiza su tarea gracias a la colaboración de la gente. «Esto es un bien para la sociedad», valora.
Recuerda que la asociación está integrada por voluntarios y detecta que «todavía existe una falta de empatía. La gente no entiende que lo que hacemos es por amor a los animales». En este sentido, señala que alguna vez se exige al colectivo más de lo que puede dar. «Pertenecer a una protectora no implica estar las 24 horas del día. A veces no entienden que estamos saturados y que somos voluntarios».
Eso sí, tiene claro que la creación de Patrulla Felina fue todo un acierto.
Texto y fotografías: Susana Prieto