Hoy es un día de fiesta en O Barco. De emoción, diversión, troula y buen rollo. Solo hay que salir a la calle y disfrutar con los Cantos de Taberna. El día comenzó en el Teatro Lauro Olmo donde la galardonada actriz barquense Reyes Limia, encarnando a una alumna Erasmus de Outarelo, condujo este entremés previo a la degustación del botelo.
Tras la interpretación de tres temas gallegos por parte del Orfeón Valdeorrés llegó el turno de la homenajeada, Lula Fidalgo. Un video recordó su vida dedicada a llevar el pulpo por todas las ferias de la comarca e incluso en alguna película. En su emocionada intervención, la pulpeira recordó que hasta hace dos años se encargó de la elaboración del botelo que celebra su decimoséptima edición. "La primera vez fuimos 400 en el pabellón vello. Yo nunca había hecho pulpo para tantas personas pero el concello confió en mí y salió bien", destacó Fidalgo quien rememoró que el número de comensales había ido creciendo pasando al colegio Divina Pastora y finalmente al pabellón de Calabagueiros. "Mi empeño siempre fue que saliera bien, aunque algunos años la materia prima no fuera la deseada", lamentó y bromeó pensando en pedir una indemnización al concello de O Barco. "Porque cada año de Botelo a mí me quitaba cinco".
Lula agradeció la confianza depositada en ella y dejarla contribuir a llevar el botelo fuera de los límites de la villa. En sus palabras también agradeció la labor del equipo que siempre estuvo a su lado así como a su familia. También hubo momento para las anécdotas más graciosas, como una boda al aire libre, bajo la lluvia y la nieve, en la que ella y su equipo cocinaron cabrito al espeto para finalizar su intervención recordando a los asistentes acudir a la feria a comer pulpo.
Tras la homenajeada llegó el momento de los pregoneros, Carlos Blanco y Luis Dávila. Mientras el primero sugirió convertir al botelo en superhéroe, zapatilla de deporte, país, obra de Shakespeare o cowboy...Dávila se encargó de dibujar todas estas nuevas vidas del botelo, en un pregón original.
La música acompañó a la comida del botelo del pabellón a los 1.300 comensales, aunque pudieron pasar primero por la feria de productos gastronómicos en la plaza Andrés de Prada. Un evento que tendrá continuidad mañana y en el que se puede adquirir miel, botelo, mermeladas, bolsos y productos manufacturados.
En la comida se degustaron 750 kilos de botelo, 350 de verdura y 500 kilos de patatas. Todo ello regado con 600 botellas de vino Mencía y servidos por 50 camareros. Un evento en el que reinó la diversión y el buen rollo.