Un grupo de turistas realizó el tramo O Barco-A Rúa para conocer esta ruta jacobea y disfrutar del vino de la zona
Un grupo de personas cuya pasión es hacer turismo, procedentes de Andalucía, Asturias, Madrid, Valencia, Mallorca y Ceuta, entre otras localidades, realizó un tramo del Camiño de Inverno desde O Barco hasta A Rúa para vivir la experiencia del peregrino combinada con la enología. Así, después de la ruta visitaron viñedos y una bodega de A Rúa, Alán de Val, en la que comieron.
«Siempre visitamos una bodega de la zona por la que hemos caminado», expresó Enrique López, de la empresa El Cavino, dedicada a viajes de enoturismo y que organizó esta visita. Explicó que ya han realizado en otras ocasiones la ruta que pasa por Rioja, Toro, Ribera del Duero, el Bierzo y Ribeira Sacra, pero el Camiño de Inverno «es la primera vez. Eso sí, todos somos repetidores de la ruta jacobea clásica. Pero esta es una ruta nueva que hacemos y sólo por Galicia», añadió.
Los participantes alabaron los recursos naturales y la belleza del tramo O Barco-A Rúa. «Galicia es Galicia, siempre una experiencia única con diferencias en el paisaje, los caminos. Galicia es diferente», indicaron.
Andrés González, otro gran aficionado al turismo, manifestó que «es muy bonita la ruta, además de ser una oportunidad conocer los vinos de la zona».
«No somos peregrinos, somos turistas, puesto que no sellamos la Compostela, pero hacemos turismo en el Camino de Santiago. Es una experiencia parecida a peregrinar».
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Amigos do Camiño por Valdeorras, Asunción Arias, que acudió a la recepción de este grupo de turistas, valoró la importancia de este tipo de visitas pues «es una forma de promocionar el Camiño de Inverno, todo suma para que la ruta sea conocida».
Finalmente, el presidente de la Ruta do Viño de Valdeorras y responsable de la bodega Alán de Val, Joaquín Sánchez, apuntó que «desde las asociaciones lo que queremos es colaborar par difundir el Camiño de Inverno».
La Policía Local de A Rúa se encargó de la seguridad de los turistas en el tramo del límite con Vilamartín hasta el casco urbano rués.
Texto y fotografía: Susana Prieto