Entrar en la Baco Festa de A Rúa nos transporta directamente al siglo II a.C. Con un decorado totalmente antiguo: asientos de alpaca, banderines, bisutería y personas con atuendos de la época; nos hace sentir parte del Antiguo Imperio Romano en una superficie no superior a una hectárea.
El ferial se divide en varias casetas o puestos de vino, la Adega Melillas e Fillos, Alan de Val, A Coroa y Camiño de Inverno, entre otras. Y este año con un municipio invitado, el Concello de Vilamartín. Todo esto para ofrecer una degustación de los mejores vinos de la zona.
Pero no solo es vino lo que ofrecen. Hay puestos para todos los gustos, desde El Dragón Dulce, una caseta dedicada al algodón de azúcar y a las almendras garrapiñadas, o el llamativo puesto de bisutería, Tu nombre en un grano de arroz.
Además, también hay hueco para la gastronomía, pues, podemos encontrar una enorme carpa con varias mesas y los famosos asientos de alpaca, destinada a servir alimentos a todos aquellos que así lo deseen. Y para los más golosos asimismo, existe un puesto de creps para ayudar a hacer la digestión tras la comida.
Y como no podía ser de otra forma, la música está presente para amenizar las tardes y veladas de esta Baco Festa. Con grupos como Star Blue, La Jaula o Takikardia, que ofrecen melodías para todos los gustos.
Los niños también tienen cabida en esta maravillosa actividad, para ellos se han montado diversas atracciones: un rocódromo, camas elásticas o el tradicional juego de la rana.
Nadie ha quedado excluido en este evento histórico que organiza, desde hace cinco años, el Concello de A Rúa y que seguramente tendrá más ediciones. ¡Larga vida a Baco!.