La Xunta autoriza la prospección geológica para el futuro proyecto hidroeléctrico de Iberdrola en Vilariño de Conso

Luz verde ambiental a la galería que permitirá estudiar el terreno donde Iberdrola proyecta una central reversible en Vilariño de Conso
El informe ambiental favorable permite ejecutar una galería subterránea que analizará el terreno donde se plantea construir la central reversible Conso II

El proyecto Conso II comienza a dar sus primeros pasos. La Xunta de Galicia ha emitido un informe de impacto ambiental favorable que permitirá ejecutar una galería de investigación geológica en el municipio de Vilariño de Conso, en la zona donde Iberdrola Generación, S.A.U. proyecta construir una nueva central hidroeléctrica reversible.

La resolución, firmada el 18 de marzo y publicada este martes en el Diario Oficial de Galicia, avala una actuación previa que no implica todavía la construcción de la central, pero sí resulta esencial para determinar si el terreno reúne las condiciones necesarias. El objetivo es analizar el comportamiento geológico del subsuelo y comprobar si es viable la excavación de las cavernas subterráneas que formarían parte de la instalación.

El documento concluye que esta intervención no tendrá efectos significativos sobre el medio ambiente. La Xunta ha tenido en cuenta la ubicación del sondeo, las medidas preventivas propuestas y el hecho de que se trata de una obra limitada en el tiempo y en el espacio. El estudio se desarrollará dentro del término municipal de Vilariño de Conso, donde ya existen otros aprovechamientos hidroeléctricos.

Una central reversible con 1.500 millones de inversión

El terreno que ahora se empieza a estudiar forma parte del ámbito previsto para Conso II, una futura central hidroeléctrica reversible que utilizaría el sistema de bombeo para almacenar energía. Este modelo se basa en la existencia de dos embalses a diferente altura: en momentos de baja demanda, el agua se bombea desde el inferior al superior; cuando el sistema necesita electricidad, el agua se libera y mueve turbinas para generar energía.

Este tipo de infraestructuras permite aprovechar mejor la producción renovable, compensando la intermitencia del viento o el sol y aportando estabilidad a la red eléctrica.

Según los datos difundidos por la empresa promotora, el proyecto tendría una inversión de 1.500 millones de euros y una capacidad de generación estimada de 4.000 GWh anuales, lo que lo convertiría en uno de los mayores de su tipo en Europa