Vilamartín de Valdeorras, entre cenizas y futuro

Vilamartín de Valdeorras, entre cenizas y futuro
El fuego ha dejado en Vilamartín de Valdeorras un paisaje desolador. San Vicente de Leira está prácticamente destruido y en Cernego se calcula que un 30 % de las viviendas han quedado arrasadas

Caminar hoy por San Vicente de Leira es como atravesar un escenario de guerra. Las calles han desaparecido bajo montones de escombros, los restos calcinados de las casas cubren el suelo y obligan a avanzar a saltos. A un lado y a otro se alzan esqueletos negros donde antes había viviendas llenas de vida y de recuerdos. Entre ellos, algunos vecinos buscan con el móvil en la mano lo poco que queda de su hogar, comparando imágenes del pasado con la devastación presente.

El alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez Barreiro, se duele de la magnitud del desastre: «O estado anímico está sendo terrible porque a xente está vendo a imensidade do que se nos vén encima durante moitos anos». San Vicente, recuerda, «perdeu toda a identidade con castaños centenarios, de 200, de 300 anos, que daban unha forma ao pobo e que era o espírito do noso pobo». La magnitud del desastre ha puesto a prueba a los vecinos: «O pobo respondeu. O pobo foi quen apagou os lumes na maior parte dos sitios».

La imagen en Cernego, aunque menos extrema, también resulta demoledora. Allí se calcula que el 30 % del pueblo ha quedado arrasado. Una de las casas afectadas era del propio alcalde. «Era unha casa vella, para restaurar, e iso non me preocupa», comenta con humildad, restándole importancia a su pérdida frente a la de sus vecinos.

Entre pena y rabia esta chica fotografía la que fuera la casa de sus abuelos

Más allá de los daños materiales, Álvarez Barreiro pone el acento en el futuro y en la necesidad de cambiar las cosas. «Primeiro a parte política: se non son capaces, os dous grandes partidos, acompañados de todos os demais que queiran colaborar, de sentarse nunha mesa e ver como se pode solucionar este problema… se eles non son capaces, estamos perdidos». 

Insiste, además, en que el problema va más allá de un incendio puntual: «Cada dos ou tres anos temos estes incendios. Non vamos ser capaces de xestionar o bosque se non se xestiona isto de outra maneira». Y pide que se escuche a quienes viven en los pueblos: «Técnicos, por favor, que escoiten tamén á xente. Que desde un despacho en Santiago, sen contar cos veciños, non se fan leis que favorezan ao rural».

También pone ejemplos del día a día: «Nos tratamos de mandar cartas aos veciños para que limpen as fincas. E cando chegas a un pobo e dices ao veciño 'pero non limpache a finca?', díceche: teño 80 anos, teño 40 leiras ao redor, como cres que podo limpar todo iso cunha pensión que non me dá nin para vivir? É imposible».

Miembros de zapadores del ejército retirando árboles de la calle principal

Por eso, reclama soluciones reales: «Se non volvemos aos pobos, se non cuidamos os pobos, non podemos pretender que estean limpos como unha urbanización. Se non hai xente non hai gando, se non hai gando non hai pastoreo, e se non hai pastoreo non hai prados. Os prados son os que salvan aos pobos ou as viñas son as que salvan aos pobos».

Mientras tanto, en San Vicente de Leira y en Cernego la recuperación avanza a golpe de pala y motosierra. Un destacamento militar trabaja desde el martes despejando caminos y retirando escombros. «Nos hemos encontrado mucho escombro, troncos, árboles tirados dificultando los accesos, con lo cual lo que hemos hecho ha sido retirarlos, cortar esos troncos y poco a poco despejar el paso», explica un soldado desplegado en la zona.

Los vecinos agradecen esa ayuda. «La gente nos lo agradece mucho —añade el militar—. Es duro, pero también es satisfactorio. Me recuerda a cuando estuve en Valencia con la DANA: diferente situación, mismo sentimiento de orgullo por ayudar».

Entre cenizas y ruinas, Vilamartín mira ahora hacia adelante. «Se non se poñen de acordo, imos moi mal. Teñen que envainala uns e outros e teñen que protexernos aos pobos», resume el alcalde, convencido de que de esta tragedia debe salir un compromiso común.

Puedes escuchar la entrevista completa aquí: