Pedro Blanco visita Valdeorras y promete apoyo para reconstruir los pueblos arrasados por el fuego
El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, recorrió este jueves algunos de los lugares más golpeados por el incendio que se inició en Larouco el pasado miércoles y que ya ha arrasado más de 30.000 hectáreas en Galicia, con especial virulencia en la comarca de Valdeorras.
La visita comenzó en el pabellón de Calabagueiros de O Barco, donde se encuentran desplegados los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), y continuó en dos escenarios de devastación: Fervenza, donde las llamas redujeron a cenizas la iglesia, y San Vicente de Leira, en Vilamartín, un pueblo donde ardió el 90% de las viviendas.
En Fervenza, Blanco estuvo acompañado por el subdelegado del Gobierno en Ourense, Eladio Santos, el alcalde en funciones de O Barco, Aurentino Alonso, el exalcalde Alfredo García y la concejala de Cultura, Margarida Pizcueta. Tras visitar Fervenza, la comitivia se desplazó a San Vicente de Leira, donde aguardaba el regidor de Vilamartín, Enrique Álvarez.
Allí recorrieron un núcleo convertido en un escenario de guerra, con calles cubiertas de escombros y casas reducidas a esqueletos: muros ennegrecidos que amenazan con venirse abajo y viviendas de las que solo quedan las paredes. El Ejército trabaja en desescombrar la zona para permitir la entrada a los vecinos y facilitar una futura reconstrucción.
En medio de la desolación, se produjo una de las imágenes más humanas de la jornada: el subdelegado Eladio Santos abrazó al alcalde visiblemente roto por la magnitud de la tragedia.
«Levantar el pueblo en la medida de lo posible»
El alcalde de Vilamartín agradeció la presencia de las autoridades y el trabajo de la UME, que comenzó de inmediato a despejar las calles. «Doulle as grazas ao delegado e ao subdelegado por vir ao pobo e ver a inmensidade do desastre que se produciu en San Vicente, e tamén en outros como Cernego. Doulle as grazas por estar atentos a todas as miñas demandas, que sei que van transmitir onde corresponda, para que consigamos levantar o pobo na medida do posible», expresó.
Álvarez subrayó la urgencia de garantizar la accesibilidad y de disponer de maquinaria para prevenir inundaciones: «Agora o máis urxente é facer accesibles as rúas. O segundo máis urxente é conseguir maquinaria que poida protexer os pobos pola parte de arriba, porque en pouco tempo vai comezar a chover e precisamos pistas que canalicen esa auga. Despois haberá que facer valoracións técnicas que permitan, por exemplo, que o río Leira non chegue con forza a aldeas como O Mazo ou Rodeleira, porque unha enchenta grande podería levar casas por diante».
El regidor hizo además un llamamiento a la unidad política: «É evidente que o cambio climático está aquí e, unha vez que se descontrolan, os lumes son imposibles de apagar. Hai que combatelos antes, e iso só poderá facerse se os políticos se poñen de acordo».
Un «pacto de Estado» contra el cambio climático
Pedro Blanco recogió el guante y subrayó la necesidad de una respuesta conjunta: «Estamos hoxe aquí para ver sobre o terreo este auténtico desastre, para estar co alcalde, escoitar as necesidades que teñen e aprender da experiencia. Temos que traballar conxuntamente, estar ao lado da xente e das súas casas».
El delegado anunció que el próximo martes el Consejo de Ministros aprobará la declaración de zona afectada por una emergencia de protección civil (la conocida como zona catastrófica) para las áreas devastadas por los incendios. Esa decisión permitirá movilizar recursos de la Administración General del Estado para reparar daños y apoyar la reconstrucción: «Agora tócanos axudar ás persoas que perderon os seus bens ou o seu traballo. O Goberno está aquí para dicir que non están sós».
En su intervención, insistió en la importancia de un acuerdo político amplio: «Non podemos afrontar as calamidades do século XXI con solucións do século XX. É fundamental que todos os grupos políticos se sumen a ese pacto de Estado que está a invocar o presidente do Goberno».
La jornada comenzó en el puesto de mando de la UME en O Barco, donde el delegado repasó junto al capitán Queipo los medios desplegados y las acciones que se están llevando a cabo. Blanco agradeció expresamente el esfuerzo de los militares: «A UME sempre dá máis do que se lle pide».
El delegado se marchó con la «imaxe imborrable» de un San Vicente de Leira devastado y el compromiso de trasladar al Gobierno las necesidades urgentes transmitidas por los alcaldes.
Alfonso Rueda visita Quiroga
Mientras el delegado del Gobierno recorría Valdeorras, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se desplazó al Posto de Mando Avanzado de Quiroga, en Lugo, para seguir la evolución del incendio originado en Larouco y que, según señaló, «probablemente sexa o que máis extensión vai ter» tras superar los límites provinciales y alcanzar territorio lucense.
Acompañado por la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, Rueda explicó que los técnicos trabajan ya en asegurar el perímetro del fuego y que «o seguinte paso é estabilizalo e a partir de aí dalo por controlado e extinguido». Añadió que «en canto os técnicos o decidan, comezará o proceso de desescalada».
El presidente de la Xunta agradeció de nuevo el esfuerzo de todos los efectivos movilizados —desde el Servizo de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia (SPDCIF) hasta la UME, pasando por brigadas municipales, Protección Civil, bomberos de los consorcios provinciales y de distintas ciudades, así como los llegados desde outras comunidades autónomas— y expresó su deseo de que «ogallá tardemos en volver a vernos nunha situación así».
Rueda reconoció que la situación invita «ao optimismo», pero advirtió de que aún es necesario mantener la guardia alta: «Temos que seguir traballando sen baixar a garda».