El campamento de espeleología de los Águilas Verdes todo un éxito
Marcos Fernández: «Foi unha fin de semana moi intensa, fixemos moitas actividades e saiu todo rodado, estivemos entretidos»
La primera edición del Campamento Infantil de Espeleología, que se desarrolló este fin de semana en Cobas —Rubiá— ha finalizado con éxito, después de la buena acogida entre los participantes hasta el punto de que los organizadores contemplan repetir esta actividad.
Durante la jornada de ayer, los pequeños, con edades comprendidas entre los 7 y 14 años, pudieron realizar varias rutas por el interior de una cueva y adentrarse por una galería más estrecha, que conducía a un pozo. Ya por la tarde, llegó el turno de las actividades como Kayak en el embalse de Cobas, y rapel. Como colofón, hubo juegos nocturno hasta la una de la madrugada.
La segunda jornada incluyó una visita a la «aciñeira de Cobas». un árbol centenario de unos 700 años de antigüedad, y también aprendieron a hacer los cinco tipo de nudos que se utilizan en espeleología y escalada. Los participantes durmieron en el refugio de la Federación Galega de Espeleología que hay en la zona.
«Foi unha fin de semana moi intensa, fixemos moitas actividades e saiu todo rodado, estivemos entretidos», sostuvo Marcos Fernández, miembro de la Asociación Águilas Verdes, entidad organizadora del campamento, quien ha avanzado que «o próximo ano» piensan repetir, después del éxito de esta primera edición.
Dentro de la intensa programación —dia y medio—, la visita a la cueva fue una de las actividades que más expectación despertó entre los más pequeños al poder conocer de cerca «a sensación de estar na escuridade máis completa».
Este año, el campamento contó con la participación de veinte niños, en su mayor parte de Valdeorras pero también dos de la ciudad de Ourense, lo que les anima a repetir actividad. Como conclusión, destaca que «os nenos o pasaron en grande» y prueba de ello es que «durmiron como paxariños», añade.
Además de disfrutar de las actividades, los niños recibieron un diploma y todos ellos pudieron disfrutar de una comida con la familia y los nueve monitores que participaron en el campamento.
En definitiva, un fin de semana diferente, según apunta Marcos González, quien ha mostrado su agradecimiento al Concello de Rubiá por colaborar para poder celebrar el campamento.