Perros e hijos, diferentes estilos vitales

Perros y niños
Los perros han ganado un lugar destacado en los hogares por los cambios sociales que no solo afectan a la estructura familiar, sino también a la forma en que entendemos el afecto, la responsabilidad y las relaciones en un mundo que cambia constantemente.

En O Barco de Valdeorras, como en muchas otras localidades de España, los perros han pasado a ocupar un lugar destacado en los hogares. De hecho, el censo de enero de 2023 muestra que hay 2.946 perros registrados, casi el doble que los 1.566 niños menores de 14 años en la villa. Este fenómeno no es exclusivo de Valdeorras, sino que refleja una tendencia nacional: en España, los perros superan en número a los niños menores de 10 años, con más de 9 millones de perros frente a 4,3 millones de niños en ese grupo de edad.

Pero, ¿qué hay detrás de este cambio en la estructura familiar? ¿Es una cuestión de preferencias, necesidades o simplemente una respuesta a las circunstancias sociales y económicas?

Una tendencia que sigue creciendo

El aumento de perros en los hogares se ha acelerado en los últimos años, especialmente desde la pandemia. Muchas personas encontraron en sus mascotas una fuente de compañía y estabilidad emocional en tiempos de incertidumbre. Iria Fernández, psicóloga, explica que este fenómeno tiene múltiples causas: “La elección de tener un perro o un hijo no es mejor ni peor, simplemente responde a las circunstancias y prioridades personales de cada uno. En una sociedad donde el trabajo, la movilidad y la vida personal están cada vez más fragmentados, para muchas personas un perro encaja mejor en su estilo de vida”.

La reciente Ley de Bienestar Animal, aprobada en 2023, ha reforzado la importancia de la tenencia responsable de mascotas. El gobierno ha reconocido que, ante el auge de mascotas, era necesario legislar para asegurar su bienestar y establecer un marco que proteja tanto a los animales como a los propietarios.

Además de los cambios en las dinámicas familiares, el factor económico también juega un papel importante en esta elección. Según diversos estudios, tener un perro puede costar entre 500 y 1.500 euros al año, dependiendo del tamaño del animal y los cuidados que necesite. Este coste incluye alimentación, vacunas, revisiones veterinarias, productos de higiene y posibles imprevistos de salud.

Por otro lado, el primer año de vida de un niño puede costar entre 3.000 y 12.000 euros, teniendo en cuenta gastos en pañales, leche, ropa, guarderías, atención médica y otros artículos necesarios. El mantenimiento económico a lo largo de la infancia y la adolescencia sigue siendo considerablemente mayor que el de una mascota, un factor que muchas personas toman en cuenta al tomar decisiones sobre la composición de sus hogares.

La opinión de la calle

En Valdeorras, las opiniones sobre esta tendencia son variadas, aunque todas coinciden en que tanto los hijos como los perros ofrecen diferentes tipos de alegría y responsabilidad. Estas son algunas de las opiniones recogidas en la página de facebook de Somos Comarca.

«Lo que le tienes que dedicar a un hijo es incomparable con los requerimientos de un perro... Hablo desde la experiencia, habiendo tenido siempre perro mientras criaba a mis hijos. Tu responsabilidad con los niños va mucho más allá de cubrir sus necesidades físicas. Tienes que serles un ejemplo, ayudarles a desarrollarse mental y emocionalmente, abrazar valores éticos y morales, para que se conviertan en adultos empáticos y solidarios... Al perro le explicas todo eso...y se lame sus partes...» Nos cuenta uno de nuestros seguidores en redes sociales. «Por qué todo esto en un plan muy egoísta y cómodo, El trabajo y el sacrificio no lo quiere nadie» escribe en nuestras redes sociales otro seguidor. Para otros es lo mismo tener un perro o un niño en cuanto a la responsabilidad. «Para mí es lo mismo un animal que un hijo yo tengo los dos y no hay q hacer distinciones y no hay q quejarse de los colegios d aquí pues dan todas las facilidades en cuanto a horarios».comenta. «Porque el perro da menos dolores de cabeza que los hijos y no hay tanta responsabilidad.» Dice otro seguidor, para quien es más fácil cuidar de un perro que de un hijo. 

Otros tienen claro cual es el puesto de cada uno. «Yo tengo un perro y un hijo,cada uno ocupa su lugar.» Conciliar es lo más difícil a la hora de tener hijos y por eso algunos optan por los animales. «Básicamente porque es imposible conciliar. Es una vergüenza que en el barco no haya servicio de ludoteca, pueblos más pequeños la tienen. No hay un colegio que se adapte a los horarios de los padres, ni muchos trabajos que se adapten a los horarios del colegio, así que o tienes la suerte y tienes a los abuelos que te ayuden a cuidar a los niños mientras estas trabajando o te dejas el dinero en extraescolares o pagándole a alguien para que lo pueda cuidar, eso o no trabajas para poder cuidarlos tú, cosa que no es factible porque a día de hoy se necesitan dos sueldos para poder vivir.»

Algunos tienen claro que no se pueden poner al mismo nivel «Estoy leyendo comentarios qué me ponen la piel de gallina, cómo, qué se concilia mejor con los perros qué con los niños. Son dos cosas distintas. Los animales son muy cariñosos y fieles y se les quiere lógico,yo he tenido perro, gatos, etc. Pero un hijo son palabras mayores, son un pedacito de tí. Yo tengo un hijo y volvería a tenerlo una y mil veces...Cuándo hay amor caben todos!!.Estamos viviendo en un mundo últimamente muy raro.».«Se concilia la vida mejor con perros que con niños. Mientras tuve hijos pequeños no pude trabajar ahora con dos perros lo único que tengo que hacer es madrugar treinta minutos para sacarlos a pasear (para que hagan sus cositas) dejarles agua, comida y puedo ausentarme diez horas.»

«No es la misma responsabilidad y no dan dolores de cabeza» «Vas o súper e ves mais xente mercando pas mascotas que pas personas, na publicidade da televisión salen papillas de perros e gatos, antes salían dos bebes, escoitas a veciñ@ falar cariñosamente e está falando co can, escoitas a veciñ@ falar con insultos e desprecios e está falando cos pais.». publica en el muro de nuestras redes sociales un usuario de facebook. 

«Porque este mundo cada vez se pone más difícil y complicado ,hoy los que deciden tener hijos son muy valientes». Sentencia otro de nuestros seguidores en redes sociales. 

Más allá de la comparación

Es importante recordar que la decisión de tener un perro o un hijo no es una competencia entre dos estilos de vida. Las razones que llevan a optar por una u otra opción son complejas y profundamente personales. Para algunas personas, el deseo de formar una familia con hijos sigue siendo central, mientras que para otras, la flexibilidad y compañía que ofrece un perro se ajusta mejor a sus expectativas y circunstancias actuales.

En Valdeorras, al igual que en otras partes de España, los perros han ganado un lugar destacado en los hogares. Esto refleja cambios sociales que no solo afectan a la estructura familiar, sino también a la forma en que entendemos el afecto, la responsabilidad y las relaciones en un mundo que cambia constantemente.

Iria Fernández lo resume de esta manera: “No se trata de decidir qué es mejor, sino de reconocer que cada persona vive sus circunstancias de manera diferente. Tanto los perros como los hijos requieren cuidado, atención y compromiso, pero de maneras distintas. Lo importante es que cada decisión refleje los valores y necesidades de quienes la toman”.

Tener un perro o un hijo es una decisión profundamente personal. Ambas opciones ofrecen experiencias ricas en cariño y conexión, pero responden a necesidades y momentos vitales diferentes. En Valdeorras, como en toda España, los perros siguen ganando terreno en los hogares, reflejando una sociedad en la que las dinámicas familiares están en constante evolución. Sin embargo, lo que permanece constante es el deseo de crear lazos significativos y cuidar de quienes comparten nuestras vidas, ya sea un hijo, un perro o ambos.