«Un paseo por las nubes» en el corazón de Valdeorras

A Pincheira de Fervenza. hace unas semanas.
La cascada de Fervenza «A Pincheira» se ha consolidado como uno de los mayores reclamos turísticos del concello de O Barco de Valdeorras. Su versátil itinerario pone la ruta al alcance de principiantes y expertos senderistas.

«Caminante no hay camino, se hace camino al andar». Si hay que comenzar una ruta, que mejor que hacerlo con amor. Amor al camino, amor a la vida, al paisaje, a las verdes cumbres, al deporte. La ruta de la Pincheira de Fervenza reúne sin duda cada una de las anteriores cualidades.

Además, presenta varios recorridos alternativos al senderista que puede optar por salir desde la localidad de Fervenza y, en pocos kilómetros, llegar a una de las más emblemáticas cascadas de la zona. O, por el contrario, perderse entre viñedos de ensueño y enclaves mágicos.

Si la opción que se elige es la segunda, lo mejor es partir desde el área recreativa de O Salgueiral en O Barco para, siguiendo la señalización de la Vía Nova, llegar a la población de Arnado donde se dejará ver el Taj Mahal» valdeorrés.

Castelo de Arnado

Aunque nada tiene que ver con la imagen del fastuoso monumento funerario de la India, la historia del Castelo de Torre Pedelas solo se puede contar desde el afecto marital que comparten ambas historias.

Y es que la edificación fue una prueba de amor de Pedro Sanjurgo Flórez a su esposa Pilar Agudín que quedó inconclusa por la muerte de este en el año 1920. Sin recursos para poder hacer frente a los arreglos que exigía el emblemático palacio, y sin que éste hubiera sido nunca habitado, su esposa la vendió a la familia Iglesias Naia.

No lo hizo sin más. Muy al contrario, puso como condición que el edificio no se pudiera disfrutar hasta que ella misma falleciera. La esquiva muerte le sobrevino a la edad de 105 años.

A escasos metros del Castelo, el senderista también puede contemplar la imagen de las lavandeiras realizada por Pedro Pobao en el parque O Castañal. Un homenaje a la mujer del mundo rural que el autor quiso hacer a través de la representación de dos lavanderas.

Escultura de as lavandeiras junto a su autor, Pedro Pobao.

Subida a Pincheira de Fervenza

Tras dejar el castillo de Arnado a la izquierda comienza el ascenso hacia la cascada. A través del camino la vegetación comienza a aparecer exuberante recorriendo zonas de castaños, cerezales y viñedos.

Ya muy cerca de este espectacular salto de agua, encontraremos el mirador de la Fervenza. Un lujo de enclave desde el que se puede observar el río Sil a su paso por el concello de Barco y de Vilamartín.

Vistas desde el mirador de la Fervenza.

Tras un trayecto de casi siete kilómetros desde el punto de origen se encuentra el indicador que señala la cascada de Fervenza. Un espectacular salto de agua de 25 metros que cautiva los sentidos. Muy cerca, un área recreativa que permite el descanso para reponer fuerzas.

El recorrido hasta la localidad de la Fervenza es ahora un trayecto corto y de buen firme ideal para iniciarse en el senderismo con niños. De hecho, esta es una de las rutas alternativas desde la que se puede llegar a la cascada sin tener que realizar el recorrido de ascenso.

Un recodo del camino durante la ruta.

Y es que, el pequeño pueblo de Fervenza no tiene mucho espacio para aparcar, pero se sitúa como el mejor punto de arranque para aquellos que no quieran o puedan caminar mucho.

Sus casas engalanadas de flores, la belleza de su lavadero o las vistas del pueblo desde el puente que da acceso a la ruta de la Pincheira otorgan al viajero imágenes de postal.

Hablando de postal, no pueden perderse el mirador de Correxais, en Vilamartín de Valdeorras. Un banco en medio de la naturaleza que ofrece, sin dudas, una de las mejores vistas de la zona.

Banco de Correxais desde donde se otea todo el valle

Con él han querido simbolizar la unión comercial y social que los vecinos de Fervenza siempre han tenido con los de Correxais a los que separan, por el camino del monte, escasos kilómetros. Desde este particular rincón se puede contemplar todo el corredor y el río desde Valdegodos hasta Valencia do Sil con unas vistas que quizás sean de las más espectaculares de la zona.

Vista del lavadero de Fervenza y pueblo.

Nuestra ruta termina aquí, pero podríamos extenderla aún más visitando lugares como Santa Mariña, Santigoso o el Soulecín. De esta manera, haciendo la ruta circular que plantea la Oficina de Turismo del Concello de Valdeorras, recorreríamos unos 20 kilómetros hasta volver al punto de inicio.