Los padres del Julio Gurriarán niegan conocer el proyecto de la Xunta y concello para el pabellón

Los padres de los escolares del Centro público Julio Gurriarán niegan conocer el proyecto del nuevo pabellón de deportes para el centro educativo. Un proyecto en el que la Consellería de Educación de la Xunta asegura estar trabajando y así se lo comunicó al alcalde de O Barco, Alfredo García.

Desde la Xunta explicaron que "partiendo de la estructura del centro" tratarán de construir, un pabellón que permita cubrir las necesidades educativas y abrirlo también a las actividades municipales fuera del horario escolar.

Por su parte, el alcalde, Alfredo García reconoció conocer esta noticia e informó de que ya se había reunido con el conselleiro para tratar sobre la misma, aunque aseguró que todavía no había proyecto para esta obra. García señaló que en caso de que el pabellón pueda usarse para actividades municipales, el Concello podrá aportar parte del dinero que cueste la obra. Si finalmente la instalación no se abre al público en general, entonces la financiación recaería únicamente en la Xunta.

Desde la Consellería de Educación apuntaron que trabajan con la idea de «empezar a actuar en verano».

Por su parte los padres aseguraron desconocer estas medidas y esperaran al miércoles, una semana después de comenzar las reivindicaciones y en función de dicha respuestas continuarán o no las movilizaciones

Cabe recordar que el pasado miércoles, se concentraban alumnos, profesores y padres frente al colegio donde coreaban “Os do Gurriarán tamén deporte fan” o “Se vén un ciclón non temos pavillón”. Su petición es la construcción de un gimnasio dado que ahora usan o el salón de actos o se desplazan al pabellón de Calabagueiros.  “Cuando vamos al pabellón municipal perdemos 20 minutos de clase, con el riesgo de salir a la carretera nacional”, subrayó Juan Carlos Domínguez, quien ejerció como portavoz de los padres.

Además, el salón de actos funciona como lugar de las clases de psicomotricidad de los más pequeños, de los juegos de madrugadores, de las clases de Educación Física y de un sinfín de actuaciones más. Hace ya más de una década que desde el centro se exige esta nueva construcción aunque hasta el momento solo han recibido "buenas palabras".