Nuevos aparatos y juegos que iban a ser colocados en la zona de esparcimiento canino de O Barco, continúan guardados a la espera de comprobar si el recinto destinado a los perros se mantiene accesible tras la última limpieza, y no vuelve al estado de suciedad en el que se lo encontraron los trabajadores del Concello cuando se disponían a colocarlos. Este aplazamiento del montaje lo anunciaba el alcalde, Alfredo García, explicando que los nuevos aparatos llegaban al Consistorio en diciembre.
El anuncio, se producía tras la consulta realizada por el concejal popular, Arsenio Moldes, que ponía sobre la mesa de nuevo el problema de la proliferación de excrementos animales por las calles de O Barco.
Por su parte, el regidor de O Barco explicó que las sanciones a quienes no recogían las cacas de sus canes, dieron los resultados esperados en un principio, pero tras el éxito inicial, algunos dueños persisten en no hacer caso de las normas. «Os donos dos cans pediron un recinto de recreo, fixémolo, e cando fomos a colocar os aparatos, os técnicos non puideron porque estaba moi sucio; se piden un espazo así, non me cabe na cabeza que non recollan os excrementos, é un problema de conciencia cidadá», explicó. Anunció también el regidor la colocación de un cartel advirtiendo de esta problemática «porque un policía non podemos poñer», sentenció.
La zona de esparcimiento canino, que así se llama, está situada en las inmediaciones de la Casa Río Cigüeño y tiene 60 metros de largo por 18 de ancho. El Concello quiere dotarla de más aparatos para disfrute de los canes, pero hoy por hoy, espera a que resurja «la conciencia ciudadana».
Os dejamos en un audio el testimonio de dos dueños de perros que estaban recogiendo las cacas de otros canes dentro del recinto cuando llegamos a realizar la fotografía para ilustrar la noticia.
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