Más de dos millones en mejorar el sistema de saneamiento de O Barco
José Antonio Quiroga, presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y el alcalde de O Barco de Valdeorras (Ourense), Alfredo García, han rubricado el convenio de colaboración para la financiación del estudio y obras de mejora de las infraestructuras de saneamiento del municipio.
La inversión total se estima en 2.350.000 de euros, que serán sufragados, en un 80% por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y el 20% restante, por el Concello de O Barco. En esta primera fase de actuaciones que se desarrollarán en A Pobra, Mariñan, Avenida de Portugal y Forcadela.
El presente convenio contempla la redacción de un estudio que permita determinar el estado de conservación de la red principal de saneamiento de O Barco de Valdeorras, identificando aquellos tramos de colectores que precisen intervenciones de mejora, rehabilitación o sustitución.
Además, se realizará una modelización del comportamiento de la red, tanto en tiempo seco como en episodios de lluvia, lo que servirá para plantear diferentes alternativas de actuación: secciones necesarias para distintos caudales de cálculo, ubicación y dimensionamiento de hipotéticos tanques de tormenta, eliminación de alivios y de estaciones de bombeo, de ser esto último posible, ejecución de nuevos tramos de conducciones, etc.
A la vista de los resultados de dicho estudio se redactará un proyecto que incluirá un primer paquete de actuaciones con obras más urgentes o que permitan alcanzar una mejor relación inversión-resultados.
La localidad barquense dispone de una red de saneamiento antigua y envejecida, que adolece de numerosos problemas de funcionamiento y de falta de capacidad, agravados por los elevados niveles freáticos que se mantienen en la zona durante la mayor parte del año.
El mal estado general de los colectores y pozos de registro se traduce en una elevadísima tasa de infiltraciones procedentes de acuíferos y cauces superficiales, lo que provoca tantos alivios directos de aguas sin tratar al medio receptor, como un funcionamiento inadecuado de la EDAR municipal.