La artista valdeorresa Lola Doporto ha llegado al final de su particular «Camiño». Lo hace como en Santiago de Compostela, a los pies del legado del Maestro Mateo, con una exposición profundamente simbólica y emocional que se puede visitar hasta el 17 de septiembre en la Hospedería de San Martín Pinario.
La inauguración oficial de Camiño se celebró con un acto institucional que contó con la presencia del arzobispo de Santiago, monseñor Francisco J. Prieto; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices; el conselleiro de Cultura, José López Campos; y otras autoridades como el alcalde de O Barco, Alfredo García; la directora de la Hospedería, María del Carmen Furelos; el artista Antón Pulido; la comisaria Tareixa Taboada y la propia autora.
La muestra, titulada precisamente 'Camiño', es mucho más que una exposición, es un recorrido íntimo, donde se funden el viaje interior, la identidad gallega y la celebración de la vida.
Compuesta por catorce obras nacidas durante el confinamiento, la serie Morriña de Estrelas ya ha dejado su huella en ciudades como Madrid, Ourense, O Barco, A Pobra do Caramiñal y Celanova. Pero en esta última parada, Doporto suma nuevas piezas inéditas, como una colección de maniquíes tratados con pigmentos venecianos, y sus ya icónicas marionetas calvas, intensas, coloridas, cargadas de vida y simbolismo.
Estas figuras nacieron durante su proceso de recuperación tras un cáncer. Son, por tanto, el testimonio de una batalla íntima, transformada en arte y proyectada con fuerza estética y emocional.
Lola Doporto llega al final del camino, pero su obra sigue abriendo sendas, de emoción, de memoria y de arte con raíz.
