O Barco se vuelca con su equipo en la recepción en el Concello

Decenas de aficionados acudieron a la plaza para celebrar con el CD Barco la vuelta a Tercera 

Antorchas, cánticos, balcones iluminados en rojo y azul y una copa muy deseada. O Barco de Valdeorras vivió este miércoles una de esas tardes que se guardan en la memoria colectiva: la celebración en el Concello de la vuelta, dos años después, del CD Barco a Tercera RFEF tras proclamarse campeón de Preferente.

El equipo fue recibido en el Concello por el alcalde, Alfredo García, y el concelleiro de Deportes, Aurentino Alonso, —ambos con la camiseta del club– en un acto cargado de simbolismo y emoción. Las luces del edificio se tiñeron con los colores del club para rendir homenaje a una plantilla que ha devuelto la ilusión al municipio.

Desde el balcón del Ayuntamiento, uno de los jugadores fue nombrando uno a uno a sus compañeros, que salían a saludar a los aficionados que, pese a la amenaza de lluvia, se concentraban en la plaza. Aprovechó también para agradecer el trabajo del cuerpo técnico y de la directiva.

Lino Estévez, entrenador del CD Barco, tomó la palabra para reconocer el esfuerzo de sus jugadores durante toda la temporada. «Este grupo ha trabajado con entrega y humildad, y eso nos ha traído hasta aquí», afirmó, visiblemente emocionado.

Después fue el turno del alcalde, Alfredo García, quien recordó el mensaje que transmitió al equipo a principios de temporada: «Les pedí trabajo, responsabilidad y que fueran conscientes de que llevaban el nombre de O Barco por Galicia. Hoy, solo puedo decir que estoy orgulloso de este equipo que nos ha dado una gran alegría».

El concelleiro de Deportes, Aurentino Alonso, dedicó unas palabras muy especiales a Juan Enrique Guntiñas Roo, «Juanín», directivo del club recientemente fallecido, y extendió su agradecimiento al CD Barco y al resto de entidades deportivas de la villa por su labor constante.

Mientras políticos, jugadores y directivos hablaban desde el balcón, el resto de la plantilla seguía el acto sin poder contener la alegría con antorchas encendidas, creando una imagen poderosa e inolvidable. 

El presidente del club, Nilo Ramos, también intervino con un discurso que combinó orgullo, gratitud y emoción. «Mis hijos aprendieron a decir ‘Tercera’ antes que ‘papá’», bromeó entre risas y aplausos. Dedicó el triunfo a la afición y pidió su apoyo para los nuevos retos que traerá la próxima temporada.

El momento más conmovedor llegó al final. El presidente cedió la palabra a Rubén García, el capitán, que se despide del fútbol tras esta histórica campaña. Intentó hablar, agradecer, despedirse… pero la emoción le pudo. Con la voz entrecortada, apenas logró terminar unas frases mientras la plaza coreaba a pleno pulmón: «¡Rubén, quédate!».

La fiesta terminó como merecía: con vítores al equipo, a la junta directiva y al CD Barco, al grito de «¡A Tercera, oe!». Y con la copa de campeones de Preferente —entregada por el delegado provincial de la Real Federación Galega de Fútbol, Raúl Rois— pasando de mano en mano entre los aficionados, que se turnaban para alzarla y hacerse fotos con ella.