AMAVA organiza un curso de batería para cerrar el año con más formación musical
La Asociación de Músicos Alternativos de Valdeorras (AMAVA) encara el final de su 15.º aniversario con el mismo impulso que ha marcado un año repleto de actividad. «Aquí hay que exprimir el año hasta el último momento», comenta su presidente, Ramón Teira, mientras repasa las iniciativas que aún quedan por poner en marcha antes de despedir 2025.
La más inminente es el nuevo curso de batería, una propuesta que llega para cubrir una demanda histórica en la comarca. Las clases serán impartidas por Fabio, músico y profesor afincado en Ponferrada con gran reputación y agenda completa. AMAVA financiará parte del coste para que la formación sea accesible, y las sesiones se organizarán en grupos reducidos de dos o tres personas. «Hay mucha demanda y no hay quien dé clases aquí en O Barco», explica Teira, que también se apuntará para seguir perfeccionando técnica y ritmo.
La idea es repetir cada mes. Si el interés continúa —y todo indica que sí— se ampliará la frecuencia. La batería no será el único instrumento: la asociación quiere incorporar más formación práctica, como ya hicieron este año con cursos de mezcla de mesas o una masterclass del guitarrista de Mago de Oz. El siguiente objetivo es el bajo, que también han demandado los asociados.
La cantera: niños de 13, de 8… y un público que sorprende
AMAVA también crece por abajo. Aunque el límite habitual de edad está en los 14 años por seguridad, hicieron una excepción para un grupo de chicos de 13 cuyos padres se comprometen a acompañarlos. Estos jóvenes ya debutaron en la última jam session con heavy metal y una energía que llenó el local. «La escena era maravillosa, el local totalmente abarrotado y un público incluso más joven que ellos», recuerda Teira, todavía sorprendido por la pasión musical de las nuevas generaciones.
Las clases de batería, de hecho, ya cuentan con inscritos de apenas ocho años. Y entre los pequeños amantes del rock destaca una persona que roba el protagonismo en cuanto aparece.
Irene, la pequeña rockera que convierte cada evento en una fiesta
Irene entra en escena con seguridad, mirada despierta y un entusiasmo que desarma, con tan solo 7 años. La música no solo le gusta: le fascina. «El rock and roll tiene mucho ritmo», asegura con esa convicción natural de quien tiene claro lo que quiere desde muy pequeña. En cuanto pueda, piensa ir a AMAVA para tocar la batería y cantar. Las dos cosas. A la vez. Y con ganas.
Su padre sonríe, porque sabe que no es una afición pasajera: Irene es la primera en apuntarse a los conciertos y actividades, e incluso ha arrastrado a amigos y compañeros de clase. «Es la embajadora oficial», admite Teira mientras ella asiente encantada.
Tiene criterio propio, y lo defiende: mientras a muchos de sus compañeros les gusta el reguetón, ella apuesta por guitarras, batería y rock clásico. Admira a su padre —«toca muy bien, tiene un ritmo excelente»— y no duda en imaginar su futuro formando un grupo, tocando en fiestas y mezclando música con gimnasia, otra de sus pasiones. «Bailar, cantar, tocar la batería y hacer mucho el pino» es, según ella, la combinación perfecta para un espectáculo. Y dicho así, cuesta no creerla.
AMAVA cerrará el año con jam sessions, el curso de batería y quizá alguna actividad navideña más. «Para Navidad podríamos sacar algo de la manga», deja caer Teira, que bromea sobre la posibilidad de organizar un festival infantil viendo la fuerza de la cantera actual.
Con jóvenes de 13 años estrenándose en directo, niños de 8 marcando ritmos y una pequeña rockera como Irene que contagia ganas de música con solo hablar… el futuro de la asociación parece asegurado. Y con mucho, mucho volumen.
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