viernes. 29.03.2024

Si les hablamos de Iker Díaz seguramente muchos no sepan de quien les hablamos, aunque si cogemos su árbol genialógico sus raíces nos llevan hasta el antiguo Café Real de O Barco.

Este entrenador de balonmano femenino nieto de los antiguos dueños del Café Real, situado en pleno casco viejo de O Barco y también seleccionador provincial en Euskadi, ha conseguido el ascenso a la máxima categoría del balonmano vasco tras dar durante 2 años la campanada, y lo ha hecho siendo entrenador del Berango Urduliz Eskubaloia cadete femenino, pueblo natal de Díaz.

Tras lograr quedar en 4ª posición la pasada temporada, donde llegaron a la final a 4, pero tal y como comentó Díaz a este medio siendo cadetes de primer año: "Un resultado que para nada esperábamos", este año decidieron que desde septiembre tocaba redoblar esfuerzos para vivir de nuevo la fase a 4, esta vez consiguieron el objetivo además sin conocer la derrota en la fase previa con un total de 20 puntos, 376 goles a favor y 200 en contra.

A priori esta fase se antojaba complicada, aunque el entrenador reconocía que tenían el factor de la experiencia para controlar las emociones. La semifinal la solventaron sin problema ganando por 15 goles y con un elemento clave que fue la rotación de banquillo.

Todavía quedaba la gran final por el ascenso a la división de oro autonómico y máxima a estos niveles del balonmano, pero las vascas consiguieron ser superiores física y psíquicamente para llevarse el triunfo aprovechando también que sus rivales no hicieron las rotaciones el día anterior en las "semis" algo que les pasó factura ante las de Urduliz el día de la final. "Entre nuestra superioridad física y la experiencia del año anterior supimos llevar el partido a nuestro terreno y solucionarlo con solvencia" afirmaba el técnico.

Díaz, que pasa largas estancias en la comarca durante la época estival -aunque nunca se olvida de preparar los objetivos para las venideras temporadas en O Barco- reflexionó sobre el deporte femenino: "Al deporte femenino en general, la experiencia de la final ha sido espectacular. Lo que más tenemos que destacar es cómo ha estado la grada los dos días que duraba el evento. A rebosar con bombos, trompetas y gritos. Y esto da qué pensar, pues no entiendo como en términos generales no hay apenas apoyos al deporte femenino cuando se ha demostrado que mueve mucha gente (tanto como el masculino), puede ser un gran espectáculo deportivo y demuestra tanta calidad como cuando lo práctica el otro sexo. Otro hecho que también habría que destacar es que por primera vez en la historia del club los equipos femeninos optan por un ascenso como club (que se juega a la vuelta de semana santa). Ya se ha vivido esta experiencia en el apartado masculino en varias ocasiones, pero nunca en el femenino, y eso nos da la oportunidad de hacer historia en unos meses".

Por último Díaz comentó que es un primer puesto muy trabajado consiguiendo lo que eso supone, un ascenso a liga vasca, contra equipos que juegan el campeonato de España y contra jugadoras de la selección nacional: "Será una etapa complicada pero divertida que intentaremos disfrutar al máximo".

Toque valdeorrés en un ascenso a la máxima división de balonmano vasco