jueves. 28.03.2024

La karateca valdeorresa lamenta la decisión de París 2024 sin dejar de competir; su próxima cita será la Liga Mundial de categorías inferiores en Chipre

Los cuatro karatecas que ocupan las cuatro plazas concedidas al deporte del karate en el Centro de Alto Rendimiento, CAR, de Pontevedra, son realmente una piña. Es envidiable su historia, su amistad a través de los años, su complicidad, y sobre todo, su ilusión.

Lucía Herrero y sus tres compañeros, Lucía Guerrero, Victor Mayo y Nicolás Pinaque, se conocían a muy corta edad, cuando la Federación Gallega de karate los juntó para los entrenamientos de selección, y desde entonces, cada cita con este deporte, les volvía a reunir a los pies de un tatami.

La valdeorresa Lucía Herrero, en el centro de la imagen, con sus compañeros del CAR.

Una beca, la concedida este año por primera vez por la Secretaría Xeral para o Deporte, conseguía juntarles de nuevo, pero esta vez, con un contacto diario como hasta ahora no habían tenido. El Centro Gallego de Tecnificación Deportiva abría sus puertas el pasado mes de septiembre para recibirles y desde entonces, entrenar y estudiar cada día, mañana y tarde, superando los miedos que a los 16 tiene quien deja atrás la comodidad de su casa persiguiendo un sueño.

Lucía Herrero con su entrenador en Valdeorras, Nicolás Rodríguez, días antes de irse al CAR.

El 21 de febrero de este año, un anuncio del Comité organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024, dejaba al karate fuera de la lista de deportes participantes, y los ecos llegaban hasta el CAR. «Nos lo hemos tomado mal, no solo porque no cuentan con el karate, sino porque es probable que nos quiten la beca», cuenta Lucía Herrero. Y su mayor rabia, «que ni esperaran al 2020, a podernos estrenar».

De momento, mientras las altas esferas trabajan en intentar revocar esa decisión, Lucía Herrero y sus compañeros se han embarcado en una aventura que les llevará a Chipre a principios de mayo, cuando participarán en la Karate Youth League, «una liga mundial de categorías inferiores». Una cita a la que acuden, a pesar de ser deportistas becados, gracias al esfuerzo particular de sus familias que financian el viaje y la estancia en el país.

Lucía Herrero: «Es probable que nos quiten la beca»