La castaña como creadora de energía

Los erizos de castaña son un producto que prolifera más que la carne de la castaña (hasta tres veces más) pero que está poco explotado. Esta es una de las conclusiones del estudio realizado por el investigador de Allariz, Iván Costa, quien realiza su tesis en Grupo BiotecnIA del Campus da Auga da Universidade de Vigo donde ha estudiado cómo utilizar la castaña en biomasa, lo cual sería toda una revolución para las comarcas de Valdeorras y Terras de Trives.

En su estudio, donde la biomasa es la castaña, Costa demostró como los residuos agroindustriales o subproductos pueden pasar a ser ingredientes de biorrefinería. Esta produce diversos productos químicos mediante el fraccionamiento de un material crudo inicial (biomasa) en múltiples intermedios que pueden transformarse, su vez, en productos de valor añadido.

De este modo comprobó que podían obtener bacteriocinas, ácido láctico y biosurfactantes a partir de las hojas, las cáscaras y los erizos. Y es que estos biosurfactantes, utilizados para limpiar tierras contaminadas,  on muy demandados ya que no son tóxicos sino biodegradables, al contrario de los que se producen desde el petróleo.

Así, se podría diversificar la producción de castaña también para la farmacia donde los compuestos de los erizos pueden tener su aplicabilidad. “Sería moi relevante pór en valor os residuos deste froito, buscarlle unha maior aplicabilidade xa que non se aproveitan”, aseguraba el investigador en una entrevista concedida en febrero.

Lo cierto es que de este modo podría abrirse un camino de investigación que llevaría a un mayor rendimiento de la cosecha de castaña y que no se viera tan afectada por el “fungo” o la climatología como ha ocurrido esta temporada donde los productores calculan más del 80% de pérdidas. El calor, la sequía, la avispilla, los hongos... Todo se ha unido este año para estropear una cosecha que hace meses apuntaba a ser buena.