
Este pasado fin de semana Mónica Yáñez acudía al Campeonato Gallego de pruebas combinadas en la categoría máster. Allí se hacía con el oro en heptatlón, «hacía mucho tiempo que no competía en esta modalidad», asegura Yáñez. Aunque, cabe destacar que el tiempo no fue un buen aliado para este fin de semana de campeonato.
Al ser siete pruebas se desarrolla en dos días. «Se hizo el sábado y el domingo. Ya el primer día a la noche estaba hecha polvo, me recuperé y el domingo competí bien», recuerda. La primera de las pruebas es el 80 valla, «después está la altura, pedo y los 200 lisos. Al día siguiente se hace salto de longitud, jabalina y 800 lisos», explica.

Al ser un total de siete ejercicios diferentes, siempre puede haber unos que gusten más que otros. «La que más me cuesta es la de longitud, de hecho solo la hago en la propia competición. Con la que más disfruto es vallas y altura».
Como ya ha comentado en otras ocasiones, «llevo un par de años un poco tocada de la rodilla y las lumbares». Por este motivo ha tenido que tomar la decisión de «bajar el nivel. Me miraré y a ver que me dice el traumatólogo, pero no creo que pueda seguir entrenando así». El dolor es parte de sus entrenamientos y «compitiendo es el triple de molestia», asegura Yáñez.