El año hidrológico 2023- 2024 cierra como el segundo más lluvioso en las últimas 4 décadas
Los embalses de la cuenca del Miño-Sil se encuentran al 63,71% de su capacidad, un 4% más que el ejercicio anterior. Según el balance anual presentado por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, no recogían tanta agua desde 2009, cuando se situaron al 65,52% de su capacidad
Los meses de octubre, noviembre, marzo y septiembre fueron los más lluviosos del año, registrándose inclusos en octubre y noviembre récords históricos de precipitaciones. En el lado opuesto está agosto, que fue un mes muy seco, según los registros del año hidrológico que terminó este 30 de septiembre y publicados por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.
Las lluvias del 2023-2024 fueron intensas pero repartidas de manera uniforme por lo que no solo no hubo que lamentar graves episodios de avenidas, sino que además, permitió maximizar la absorción de agua en los suelos y embalses.
El cierre del año hidrológico dejó los embalses de la demarcación rozando el 64% de su capacidad máxima, una cifra que supera en un 4% la registrada durante el año anterior y que se sitúa un 10% por encima del promedio histórico, que ronda el 54%.
Además, el comportamiento de los embalses ha sido especialmente positivo durante momentos críticos del año con picos que coincidieron con los meses más lluviosos. Este hecho permitió una gestión más eficiente del agua, manteniendo la estabilidad en el suministro tanto para uso agrícola como industrial y doméstico.
Otro de los aspectos destacados de este balance anual es el comportamiento de los caudales circulantes en los ríos que registraron un aumento promedio del 80% en comparación con los niveles históricos. Este dato es particularmente significativo si se considera que el año anterior los caudales solo habían alcanzado un 30% por encima de la media.
En cuanto a las aguas subterráneas, los niveles piezométricos también se mantuvieron estables, con cifras prácticamente iguales al promedio histórico, apenas un 0,2% por debajo de la media. Esta situación de estabilidad es clave para garantizar un suministro constante de agua en la región, especialmente en áreas donde las fuentes superficiales son más limitadas.
Carlos Ruiz del Portal, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, subrayó la importancia de estas precipitaciones equilibradas para la región: «La lluvia repartida a lo largo del año, tanto espacial como temporalmente, ha permitido que los embalses y acuíferos se mantengan en niveles óptimos, mejorando el estado general de las masas de agua y evitando el deterioro de los ecosistemas acuáticos. Además, ha facilitado la atención de las demandas de agua para los diferentes usos socioeconómicos, que es uno de los objetivos primordiales de la planificación hidrológica».
Ruiz del Portal señaló también que el nuevo año hidrológico empieza bien, con lluvias previstas para los próximos 15 días.