Sobradelo encenderá la Navidad con un mercado que reivindica el pequeño comercio y la vida en comunidad
Sobradelo se prepara para transformarse este fin de semana en un punto de encuentro para toda Valdeorras. El Mercado Navideño, que se celebrará el sábado 13 y el domingo 14 de diciembre, llega con una mezcla de música, talleres, artesanía y propuestas pensadas para todos los públicos. Y lo hace con un propósito claro: reforzar el comercio local y ofrecer un espacio donde vecinos y visitantes puedan reencontrarse en unas fechas que llaman a la convivencia vecinal. Así lo explica la alcaldesa de Carballeda de Valdeorras, María del Carmen González, durante una conversación en la que deja entrever el cuidado que hay detrás de cada detalle.
A pocas horas de comenzar las actividades, el municipio trabaja en el montaje de carpas y jaimas. No es un paso menor: la climatología exige previsión, y la regidora insiste en que el objetivo es ofrecer comodidad tanto a expositores como al público. La escena, afirma, es la antesala de «una Navidad diferente», marcada por el empeño en apoyar al pequeño comercio, ese que conoce a sus clientes, que los atiende de manera directa y que sostiene buena parte de la economía local.
El mercado contará con veinte expositores, algunos más que en la edición anterior. El espacio es limitado y el ayuntamiento no quiere comprometer ni la movilidad ni la seguridad de quienes dejan allí sus productos durante la noche. Pero la variedad está garantizada: zapatería, ropa, libros, arte en metal, cestería, mercería, artesanía, bodegas, aceite y hasta productores de armería. «Es el comercio que todos conocéis», resume González, subrayando que ese fin de semana esas pequeñas y medianas empresas se trasladan a Sobradelo para poner en valor su trabajo.
La programación no se queda ahí. La alcaldesa detalla que el equipo municipal ha buscado actividades que no se realizan habitualmente, diseñadas para hacer de cada visita una experiencia. Habrá talleres de títeres en los que los niños podrán crear e inventar sus propios personajes, además de espectáculos llenos de color, música, globos gigantes, juegos interactivos y animación. Todo pensado para que las familias disfruten sin prisa y sin la tensión habitual de tener que dividirse para atender a los pequeños.
El sábado, tras el cierre del mercado, llegará uno de los momentos más esperados: un concierto del grupo Gin Tonic, dirigido especialmente al público adulto. Durante el día, además, el recinto se animará con la aparición del mundo Disney —Mickey, Minnie y otros personajes— y con la visita de Papá Noel, siempre dispuesto a hacerse fotos e interactuar con los niños. El domingo, en cambio, la jornada tendrá un matiz más cultural, con un triciclo cargado de libros, lecturas y cuentos que invitarán a viajar a través de la imaginación. Todo ello acompañado de un clásico imprescindible: chocolate con churros a distintas horas, un guiño al sabor navideño más tradicional.
La buena acogida del año pasado ha sido clave para ampliar esta segunda edición. La alcaldesa recuerda que los mercados navideños, tan habituales en España y en Europa, cumplen una doble función: impulsar el pequeño comercio y propiciar el reencuentro social. Por eso, este año han querido ir un paso más allá, sumando propuestas y reforzando aquello que funcionó.
El mensaje final de González mira más allá del propio fin de semana. Invita no solo a los vecinos de Carballeda, sino a toda la comarca. «Valdeorras tiene que ser un gran pueblo», afirma, defendiendo la idea de que la unión territorial contribuye tanto a la fuerza económica como a la cohesión social. El mercadillo, dice, es su aportación a ese espíritu de encuentro: un espacio para mostrar alegría, ilusión y cercanía en un momento del año que invita a cerrar ciclos y abrir otros nuevos con esperanza. «Les acogeremos con muchísimo cariño», concluye.
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