Un curso de la ULE se centra en el wolfram de Valdeorras
La Universidad de León (ULE) ha organizado para los próximos días 17 y 18 de julio el curso “Paisajes del Wólfram: Historia, Patrimonio y Memoria Minera”, que incluye una ponencia específica sobre la minería del wolframio en los montes de Casaio, en la comarca de Valdeorras, impartida por Laura Martínez Panizo, de la Asociación Científica Sputnik Labrego
El seminario, de modalidad presencial y con 22,5 horas lectivas, ofrece una combinación de conferencias teóricas y salidas de campo para conocer el impacto histórico, geológico y social del wolframio en la provincia de León, incluyendo un espacio específico para el estudio valdeorrés. En este apartado, la ponente centraría su intervención en los montes de Casaio, aportando una visión multidisciplinar a cargo de Sputnik Labrego. La información sobre el curso se puede consultar aquí.
Wolfram en Valdeorras
Durante las décadas centrales del siglo XX, Valdeorras —y muy especialmente los montes de Casaio— se convirtieron en escenario de una historia marcada por la explotación del wolframio, su relación con la Guerra Civil, el régimen franquista y una resistencia activa ligada a la guerrilla antifranquista. La Asociación Científica Sputnik Labrego ha liderado en los últimos años un trabajo multidisciplinar que recupera memoria, paisaje y vida de aquellos tiempos.
Aunque la extracción del wolframio comenzó ya en el siglo XIX, fue en los años 30 y 40 cuando cobraron forma las formas más conflictivas de su explotación. La Segunda República y la Guerra Civil la abrieron, pero fue en la posguerra, bajo el régimen franquista, cuando la zona vivió su gran auge bélico: hacia 1938 una empresa conjunta hispano‑alemana convirtió la mina de Valborraz en una auténtica «ciudad de los alemanes», con barracones, lavaderos, viviendas, cantina, electricidad e incluso roles como ingeniero, cura o maestros.
Ese enclave, que oficialmente cerró en 1944 aunque se reactivó entre 1952‑63 durante la Guerra de Corea, llegó a emplear a 463 presos republicanos para «redimir penas» en el destacamento penal. Según Sputnik Labrego, las condiciones de esos presos eran comparativamente mejores que las del entorno: gestionaban luz eléctrica, calefacción y recibían lujos como chocolate caliente o botellas de cerveza.
El mismo territorio albergó la conocida “Cidade da Selva”, una red de campamentos guerrilleros de la Federación de Guerrillas León‑Galicia entre 1941 y 1946. Sputnik Labrego ha documentado —a través de ocho excavaciones y 18 enclaves— una organización compleja: almacenes, enfermería, utensilios, munición, restos de vida cotidiana de los maquis. Se recuperaron balas, casquillos, medicina, comida, fragmentos de pipa, revelando su modo de vida campestre y organizado.
Desde 2017, y en colaboración con CSIC e Instituto de Patrimonio, así como con la comunidad de montes de Casaio, Sputnik Labrego ha desarrollado campañas arqueológicas anuales que se han centrado en la minería donde excavaron el destacado penal de Valborraz, estructuras mayores intactas, ofreciendo nueva visión sobre la vida en los años 40, así como la guerrilla ya que descubrieron hasta cinco campamentos de la «Ciudad da Selva», identificaron una enfermería y piezas personales, y afirmaron que son «las estructuras mejor organizadas de la guerrilla en el Noroeste». Además, han recuperado objetos cotidianos (linternas, pilas, muebles, casquillos, huesos).
Además, han publicado en julio de 2024 el libro Ciudad da Selva: Historia e arqueoloxía da guerrilla nos montes de Casaio, que recoge ocho campañas arqueológicas y cientos de hallazgos. Actualmente, el proyecto aspira también a obtener el reconocimiento del paisaje como Bien de Interés Cultural ante los órganos gallegos, impulsado por la comunidad local de montes .