A Casa do Teléfono, una vivienda de uso turístico con mucha historia
Su propietaria dice que antaño ésta era la única casa del pueblo que tenía teléfono. «Los emigrantes de la zona llamaban a sus familiares desde aquí». Una cabina telefónica que sigue estando en el interior de la casa y que da nombre al inmueble
A Casa do Teléfono es una vivienda de uso turístico ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Está enclavada en un lugar privilegiado, en la localidad de Pumares, en el Concello de Caballeda, y las personas que se alojen allí podrán conocer la comarca de Valdeorras, pero también El Bierzo y la Ribeira Sacra.
De esta forma, usando la Casa Do Teléfono como punto estratégico para alojarse podrán disfrutar de las rutas de senderismo —hasta Quereño o Sobradelo, entre otros muchos rincones de Valdeorras—, del Camino de Invierno, del Teixedal, y ahora en verano de las piscinas, de agua naturalizada para relajarse y refrescarse, entre otras muchas cosas.
Pero, además, A Casa do Teléfono es un sitio lleno de historia. Antaño esta vivienda pertenecía a la tía de Lucía Corcoba, la actual propietaria, y era la única casa del pueblo que tenía teléfono, de ahí su nombre. «Se llama Casa Do Teléfono porque es dónde estaba el teléfono público del pueblo», dijo. «Los emigrantes de la zona llamaban a sus familiares a través de él», detalló.
Una cabina de teléfono que aún sigue estando dentro de la vivienda, «en el pasillo interior». Lucía se remota a su infancia, cuando pasaba los veranos y los fines de semana en la casa, y su tía le mandaba ir a buscar a alguien porque sus familiares les estaban llamando. «Para mí, que era una niña, era muy divertido que mi tía me dijera que fuera a buscar a fulanito porque lo iba a llamar su hija, que estaba no sé dónde».
La casa dispone de dos habitaciones, un salón pequeño, uno grande, una cocina y un baño. Además, en la parte de abajo del inmueble hay una bodega «muy acogedora» en la que los inquilinos podrán estar fresquitos en verano.
Otra de las ventajas de esta vivienda es que admite mascotas. «Mi tía, ya en su tiempo, tenía un perrito en su casa, entonces es como seguir manteniendo ese vínculo», afirmó. En este sentido, explicó que «se cobra un plus por tener el animal» y que están pensando en ceder parte del dinero recaudado a alguna asociación.
Este es el segundo año que la casa está abierta al público para un uso turístico. Durante su primer año recibió a visitantes llegados de Madrid, Barcelona o Asturias, entre otros puntos de España, e incluso de fuera del territorio nacional, ya que también se alojó en la Casa do Teléfono algún visitante procedente de Francia. Unos venían con animales y otros sin ellos. Pero, no sólo los perros visitaron la casa, hubo también un gato. «Era divertido verlo por allí», concluyó.