La parroquia de Vilela, en el concello de A Rúa, vivió este martes una jornada especial en honor a la Virgen del Carmen, patrona marinera del barrio. Bajo un sol implacable y con altas temperaturas desde primera hora del mediodía, los vecinos salieron a las calles con abanicos en mano para acompañar a la imagen en su tradicional procesión.
El calor fue tal que incluso el párroco de Santo Estevo, Severino Pérez, no dudó en colocarse un sombrero de paja para soportar la caminata. Junto a él, participó también el nuevo sacerdote de la parroquia de Fontei, Daniel Pérez. Ambos oficiaron la misa tras finalizar la procesión, un acto cargado de emotividad y fervor popular.
Uno de los momentos más entrañables de la celebración fue la presencia de Rosario, una vecina que está a punto de cumplir 102 años y que, fiel a la tradición, no quiso perderse la cita con la patrona. Acompañada por su nieta, que empujaba su silla de ruedas, recibió el saludo afectuoso de los dos párrocos, quienes se acercaron para intercambiar unas palabras de cariño.
La festividad se completó con una comida de confraternización celebrada el sábado anterior. Hoy, las casas de Vilela continúan con la celebración en familia, donde no falta el marisco ni el tradicional cabrito, manteniendo viva una costumbre que une fe, gastronomía y familia.
