La Xunta y la Confederación Miño-Sil crean una comisión técnica tras los incendios

La Xunta y la Confederación Miño-Sil crean una comisión técnica tras los incendios mientras Valdeorras
La nueva comisión técnica actuará como un espacio permanente de intercambio de información entre administraciones y será clave para seguir la evolución de las actuaciones, priorizar zonas sensibles y coordinar respuestas en episodios de lluvia intensa

La Xunta de Galicia y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) acordaron este miércoles crear una comisión técnica estable para coordinar las actuaciones después de los incendios del verano, una medida que afecta de lleno a Valdeorras, donde se concentra buena parte de los problemas derivados de la desaparición de la masa forestal y del arrastre posterior de barro y ceniza a los ríos.

La decisión se tomó en una reunión por videoconferencia en la que participaron las conselleiras de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y de Medio Rural, María José Gómez, junto al presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, y alcaldes de varios municipios de la cuenca Miño-Sil, entre ellos varios de Valdeorras.

Durante el encuentro, los representantes valdeorreses trasladaron que su principal preocupación es la turbidez del agua en las captaciones municipales, una situación que se repite cada vez que llueve con intensidad y que deriva directamente de los incendios del verano, que dejaron sin cobertura vegetal grandes superficies de monte.

Esa pérdida de protección natural facilita que el barro y la ceniza acaben desplazándose hacia los cauces, saturando los sistemas de abastecimiento de municipios como Petín, A Rúa, O Barco y, de forma destacada, Vilamartín.  

El presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, recordó que el organismo llevaba pidiendo una reunión de coordinación desde el 28 de agosto ante la gravedad de esta situación. Explicó que la Confederación trabaja desde el 9 de septiembre con un plan de choque posincendios que se inició con diez brigadas y que llegó a contar con diecinueve equipos en octubre, gracias a una inversión de tres millones de euros del Ministerio para la Transición Ecológica.

Detalló que ya han ejecutado tres kilómetros lineales de albarradas —equivalentes a dieciséis kilómetros de defensas—, retirado grandes cantidades de madera quemada y actuado en veintiún kilómetros lineales de río, además de instalar seis kilómetros de líneas de defensa para contener el avance de las cenizas. Añadió que esta semana comenzaron también a extender paja con semilla para fijar el suelo, reforzar las zonas próximas a las captaciones y crear un tapiz vegetal que reduzca la erosión.  

Quiroga insistió en que estas actuaciones resultan eficaces cuando la lluvia es moderada, pero reconoció que se ven superadas cuando las precipitaciones son intensas, lo que explica que los problemas en Valdeorras se reproduzcan con cada episodio de temporal. Por eso defendió que la coordinación entre administraciones debe ser real y constante.

En este sentido, aseguró que la CHMS acelerará “en tiempo real” cualquier autorización que se solicite para ejecutar obras en dominio público hidráulico, incluso en el mismo día si es necesario, con el fin de facilitar intervenciones inmediatas en las zonas más afectadas. Subrayó que los concellos, especialmente los más pequeños, están desbordados y no tienen capacidad para afrontar solos una situación que afecta directamente al suministro de agua de boca, por lo que reclamó la implicación de la Xunta y de la Diputación.

Por parte de la Xunta, Ángeles Vázquez puso en valor los trabajos realizados desde finales de agosto por Augas de Galicia, centrados en crear barreras anticontaminación y cordones vegetales en las zonas de Galicia-Costa afectadas por los incendios, y ofreció la colaboración técnica del Gobierno autonómico tanto a la Confederación como a los concellos.

Recordó además que en 2026 están previstos once millones de euros en infraestructuras hidráulicas en Ourense, de los cuales 8,5 ya están comprometidos. La conselleira de Medio Rural, María José Gómez, explicó que se han tratado más de 71 hectáreas mediante mulching (acolchado con paja), empleando cerca de 260 toneladas de material, y que se han limpiado cunetas y reparado pasos de agua en casi 38 kilómetros lineales. Añadió que continúan los trabajos desde helicóptero en zonas de difícil acceso, con una aeronave con base en O Barco de Valdeorras. 

La Xunta recordó también que mantiene activo un paquete de ayudas destinado a paliar los daños del verano, que incluye 905.000 euros para restaurar infraestructuras de uso público en espacios naturales protegidos y para los Tecores, así como 3,7 millones de euros para explotaciones agrícolas, ganaderas y forestales afectadas. Además, cuarenta y seis concellos recibirán cinco millones de euros para cubrir daños en bienes municipales o gastos derivados de la extinción de los incendios, treinta y cinco de ellos en la provincia de Ourense. 

La nueva comisión técnica actuará como un espacio permanente de intercambio de información entre administraciones y será clave para seguir la evolución de las actuaciones, priorizar zonas sensibles y coordinar respuestas en episodios de lluvia intensa.

Tanto la Xunta como la Confederación coincidieron en que la complejidad del escenario en Valdeorras —donde la desaparición del monte quemado sigue repercutiendo de forma directa en las captaciones— exige una coordinación constante y medidas ágiles para proteger los ríos y garantizar el abastecimiento.