La CHMS activa el reloj del nuevo Plan Hidrológico del Miño-Sil con una llamada a la participación ciudadana

La CHMS activa el reloj del nuevo Plan Hidrológico del Miño-Sil con una llamada a la participación ciudadana
Más de 80 representantes de administraciones, colectivos ecologistas y sectores económicos asistieron a la jornada de presentación. El proceso, clave para gestionar el agua hasta 2033, arranca con un diagnóstico marcado por los efectos del cambio climático y la presión humana

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) ha dado el pistoletazo de salida al cuarto ciclo de planificación hidrológica 2028-2033 con una jornada abierta celebrada esta semana en Ourense. La cita reunió a más de 80 personas entre técnicos, responsables municipales, asociaciones ecologistas y representantes de distintos sectores.

Todos ellos conocieron de primera mano los documentos iniciales de este proceso que marcará la gestión del agua en toda la demarcación, incluyendo territorios como Valdeorras, donde el uso y la conservación de los recursos hídricos son especialmente sensibles.

El acto, enmarcado en la fase de consulta pública que estará abierta hasta el próximo 20 de junio, estuvo presidido por José Antonio Quiroga, presidente de la CHMS, y por Carlos Ruiz del Portal, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica. Ambos explicaron que esta etapa es la primera de las tres que conforman el ciclo de planificación, que se completa con el esquema de temas importantes y el proyecto de plan, que deberá estar listo antes de que finalice 2027.

Durante la jornada se ofreció una radiografía del estado actual de las aguas en la demarcación Miño-Sil, identificando los principales problemas que afectan tanto a ríos como a aguas subterráneas. Entre ellos, destacan el elevado número de barreras transversales que impiden la continuidad fluvial, la alteración de los caudales por los aprovechamientos hidroeléctricos y la contaminación difusa procedente de la agricultura y la ganadería. También se abordaron el impacto de la minería y las escombreras, los vertidos puntuales y la ocupación excesiva de las zonas cercanas a los cauces.

Estos desafíos tienen especial relevancia en comarcas como Valdeorras, donde confluyen ríos, regadíos, explotaciones mineras y núcleos de población que dependen estrechamente de una buena gestión del agua. El plan pretende identificar estas presiones y proponer soluciones adaptadas a cada zona.

Además, se puso sobre la mesa la necesidad de mejorar la coordinación entre administraciones con competencias en materia de agua y de reforzar la gobernanza. Se insistió en la importancia de incrementar la recuperación de costes vinculados al uso del agua, uno de los elementos analizados en el estudio económico que acompaña al documento inicial.

Otro de los puntos clave fue el impacto del cambio climático. La previsión de una reducción de las precipitaciones y el aumento de fenómenos extremos, como inundaciones o sequías, pueden agravar problemas ya existentes y generar nuevos riesgos, como la proliferación de incendios o la aparición de contaminaciones accidentales.

El jefe de la Oficina de Planificación destacó que la participación ciudadana no solo se mantendrá, sino que se intensificará en las próximas fases. Además de la jornada abierta celebrada en Ourense, ya se han realizado encuentros sectoriales con colectivos ambientalistas, usuarios urbanos, agricultores, ganaderos y empresas energéticas. También se ha informado a los órganos colegiados de la CHMS, como la Junta de Gobierno o el Consejo del Agua.

El objetivo final es claro: lograr una planificación del agua más sostenible, inclusiva y eficaz. La CHMS anima a toda la ciudadanía a revisar los documentos y hacer llegar sus aportaciones a través de su página web www.chminosil.es. Lo que está en juego es mucho más que un documento: es el futuro de los ríos, de sus ecosistemas y de todos los usos que dependen de ellos.