El pasado 27 de junio se ponían en marcha las obras de "Rehabilitación del firme en las carreteras: N-120, entre los km 437,450 y 472,800, y en la N-536, entre los km 34,300 y 59,200", una actuación licitada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana — Mitma—.
Una actuación que se desarrolló durante semanas a lo largo de más de 60 km y que afecta a los términos municipales de Rubiá, O Barco de Valdeorras, Carballeda de Valdeorras, Vilamartín de Valdeorras y A Rúa.
El proyecto preveía la rehabilitación estructural del firme en los tramos en peor estado, rehabilitación superficial en la travesía de Vilamartín y los puentes de Muiño y la Liga, sellado de grietas no estructurales, reposición de juntas de dilatación y aforos de tráfico y repintado de las marcas viales.
Sin embargo, este último paso todavía no se ha llevado a cabo. Han sido muchos los que han mostrado su malestar por la ausencia de estas marcas viales y es que, a pesar de estar señalizado por donde irá la pintura, la circulación se complica.
Un problema que ya se está solucionando, ya que esta semana se ha iniciado el pintado de la calzada de la mano de la empresa Señalizaciones Eder, S.A., del País Vasco, y la encargada de las obras de conservación, Copasa.
En total, esta actuación cuenta con un presupuesto de 1,24 millones de euros que corren a cargo del programa de conservación y mantenimiento de carreteras del Ministerio.
