El arcoíris: más que un fenómeno natural, un símbolo de esperanza y diversidad
«El cuerpo anaranjado, crines de oro, sus cascos son azules, verdes los ojos, la cola violeta y añil; de fuego rojo sus orejas», Así se describía al caballito de los siete colores en un cuento que leía a mis niños cuando eran pequeños y gracias al cual soy capaz de recordar los colores del arcoíris. Y, ¿por qué les cuento esto? Pues, porque hoy es 3 de abril y se conmemora el Día Mundial del Arcoíris, un fenómeno que cada vez que aparece suele dejar sorprendidos a quienes lo ven por su belleza.
Descubramos juntos porque se conmemora esta fecha, cómo se forma este espectáculo en el cielo, el significado de sus colores y todo lo que hay que saber sobre este asombroso fenómeno.
Hay un instante mágico tras la lluvia, cuando el cielo aún llora algunas gotas y el sol se asoma tímidamente entre las nubes. Es entonces cuando ocurre: un arco de colores se dibuja en el horizonte, iluminando el cielo y nuestros corazones. El arcoíris no es solo el resultado de la luz descomponiéndose en el agua suspendida en el aire, sino también un símbolo de belleza, esperanza y transformación.
¿Cómo se forma un arcoíris?
El arcoíris es el resultado de un proceso óptico y meteorológico. Se genera cuando la luz del sol atraviesa las gotas de agua en suspensión en la atmósfera. Al entrar en cada gota, la luz blanca se descompone en los colores que la componen debido a un fenómeno llamado refracción. Posteriormente, la luz se refleja en el interior de la gota y se dispersa al salir, formando el característico arco de colores que conocemos.
Ver un arcoíris es sentir el olor a tierra mojada, es recordar la infancia cuando corríamos buscando el tesoro al final de sus colores. Es una promesa de calma tras la tormenta, un regalo de la naturaleza que nos recuerda que después de la oscuridad siempre llega la luz. Pero, más allá de la ciencia y la poesía, el arcoíris ha sido adoptado como un emblema de lucha, de identidad y de unión en diferentes momentos de la historia.
El arcoíris como símbolo de diversidad y esperanza
En la actualidad, la bandera arcoíris es símbolo de la comunidad LGTBI+, una representación de la diversidad, la libertad y la igualdad. Cada color tiene su significado: el rojo simboliza la vida, el naranja la sanación, el amarillo la luz del sol, el verde la naturaleza, el azul la armonía y el violeta el espíritu. Esta bandera, ondeada con orgullo en todo el mundo, nos recuerda la importancia de vivir en una sociedad donde cada persona pueda ser auténtica sin miedo ni discriminación.
Durante la pandemia del COVID-19, el arcoíris volvió a convertirse en un estandarte de esperanza y resistencia. Muchos niños dibujaban arcoíris en las ventanas con el mensaje «Todo irá bien», un gesto de optimismo en tiempos inciertos.
Fue un recordatorio de que, al igual que después de la lluvia llega el sol, después de las dificultades siempre habrá una oportunidad para renacer más fuertes.
Así que la próxima vez que veas un arcoíris, tómate un momento para contemplarlo, para respirar profundo y recordar todo lo que representa. Porque es mucho más que un fenómeno atmosférico; es un canto a la vida, a la diversidad y a la esperanza. Un recordatorio de que, sin importar la tormenta, siempre habrá colores que iluminen nuestro camino.