Comerciantes y hosteleros barquenses afrontan un nuevo golpe con las restricciones
Los gerentes de los negocios destacan que estas medidas son las adecuadas para la epidemia, pero afectará a nivel económico
Este 1 de octubre dieron comienzo las restricciones en O Barco de Valdeorras, estas afectan entre otros sectores al de la hostelería, que ya fue sufrió durante el confinamiento y la desescalada.
Montse Rodríguez es la gerente de Pazo do Castro, ella afirma que aún están adaptándose a las nuevas normas tras un verano de pocos eventos y los que hubo fueron de formato reducido. Ahora mismo se encuentran reorganizando todo, ya que si bien la terraza continúa al 75% de capacidad, el interior baja al 50 y se anula la barra.
Esto supone un golpe tras haber estado 88 días cerrados debido al Estado de Alarma y las restricciones posteriores, ya que Rodríguez cree que a gente no se animará a visitarlos ni acudirá a comer o cenar, a pesar de que los trabajadores están formados en materias de prevención del Covid y para el cumplimiento de todas las normas.