Les invito a conocer algo que nos representa a todos los gallegos, que habla de nuestro origen, de nuestras tradiciones y de nuestra cultura, porque nunca hay que olvidar de dónde uno proviene, de cuál ha sido nuestra historia. Les hablo de la tradición ganadera, más concretamente del ganado vacuno. De la vaca.
Uno de los titulares en prensa que más ha conseguido llamar la atención estos días es el que reza: Galicia estrena su primer paso de vaca, porque la cebra no le representa. Sí, lo han oído bien, en A Coruña, con el concello como cómplice, una empresa láctea ha repintado de madrugada un paso de cebra para convertirlo en paso de vaca, argumentando, como les digo, que la cebra no es un animal que les represente.
Lo han colocado además en un cruce muy céntrico, junto al Obelisco, uno de los enclaves más emblemáticos de la ciudad herculina. Y a pocas horas de haberlo pintado, las manchas blancas irregulares sobre el asfalto ya son todo un símbolo.
Y es que, fíjense si el ganado vacuno nos representa, que en Galicia contamos ya con 63 concellos del rural con más vacas que personas. Hay, en cifras totales, una vaca por cada 2’7 habitantes, lo que proviene de las 8.400 familias con explotación profesional que producen, solo ellas, más de la mitad de la leche que se consume en todo el país.
A la empresa que tuvo la idea del repintado, le encantaría que a A Coruña le siguiesen otras muchas ciudades y que los pasos de cebra en Galicia llegasen a ser sustituidos por pasos de vaca. Seria además una forma de apoyar al sector, que sigue adelante a pesar de las constantes crisis por el precio de la leche, a pesar de las pérdidas millonarias que esto ha causado. Y es que, lo queramos o no, la vaca es la feliz culpable de que el rural gallego no se haya despoblado del todo.
Raquel Cruz