El compromiso de la Diputación con el Concello de Vilamartín era acondicionarla entera, pero finalmente solo se arreglarán 2,7km
Hace dos años la Diputación de Ourense adquirió el compromiso con el Concello de Vilamartín de mantener en condiciones la carretera que va de Vilamartín a San Vicente y el empalme a Robledo y que ya está bastante deteriorada.
El motivo, como explica Enrique Álvarez Barreiro, alcalde de Vilamartín, es el desvío del tráfico por esta calzada que pertenece al consistorio, ya que la carretera a San Vicente lleva años cortada. «Pensamos que era hora de que vinieran ha arreglarla». Una reparación que en un primer momento se comprometieron a hacer a lo largo de los 9 kilómetros pero que finalmente solo se va a llevar a cabo en 2,7 km. «Por lo menos harán la parte que está en peores condiciones, la que está llegando ya al pueblo».
Según lo previsto, esta obra debería haber comenzado el pasado viernes pero a martes, 30 de junio, los trabajadores todavía no han llegado a la zona. «Esto es una contante en este tipo de empresas. Esta concretamente fue la que hizo la carretera de Correxais, un trabajo malo y feo. Ahora viene a hacer esta. son las obras que dan a dedo. Me temo lo peor porque les llamo y no cogen, así que empezarán cuando quieran», explica Álvarez.
El motivo por el que la Diputación no arreglará los 9 kilómetros y tan solo actuará en 2 es el presupuesto. «Nos dicen que ellos solo pueden gastar 48.000 euros. El proyecto lo hemos tenido que hacer nosotros por lo que el técnico tiene que corroborar que se cumple con todo. Estaremos expectantes».
Aun así el concello no dejará pasar el tiempo y solicitarán de nuevo a la Diputación el remate de este acondicionamiento. «Estamos medianamente satisfechos solo por sacar esa zona tan peligrosa. Eso no son baches, es una pista de obstáculos».
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Imagen de archivo.
