Pedro Yáñez asume la alcaldía de Manzaneda con el apoyo de los dos ediles tránsfugas
La moción de censura presentada por el Partido Popular contra el alcalde socialista de Manzaneda, Amable Fernández, salió adelante este lunes en un pleno extraordinario con los votos a favor de los ediles tránsfugas Antonio Núñez y Miguel Domínguez en una sesión marcada por los reproches políticos y varios momentos de tensión entre los asistentes al salón de actos del edificio consistorial.
Tras la lectura del texto íntegro de la moción presentada por los populales, el alcaldable popular, Pedro Yáñez, abrió la sesión aclarando que la moción «non se debe entender como unha confrontación persoal», pero a partir de ahí dirigió una crítica directa y continuada a la gestión del regidor. Acusó a Fernández de convertir la situación «nunha telenovela victimista» y de «menosprezar e vilipendiar» a sus compañeros de corporación. Le reprochó además haber denunciado a trabajadores y concejales «para poder usar uns días máis os medios e os cartos do Concello para facer campaña electoral», algo que calificó de «baixeza moral».
Además, criticó la gestión economica llevada a cabo por el equipo de Fernández. Según expuso, en 2019 había «un remanente de un millón cen mil euros» y actualmente «non hai cartos para pagar as dúas próximas mensualidades aos traballadores». Alertó incluso de que, de continuar la tendencia, el municipio estaría «a dous anos da intervención». A esto sumó críticas por la contratación de «amigos» con sueldos de 40.000 euros al año. Yánez justificó la moción como un intento de «poñer orde onde hai descontrol» y de recuperar la confianza de los vecinos.
Amable Fernández por su parte, respondió con calma a las distintas acusaciones vertidas por el representante popular. Comenzó negando la veracidad de varias afirmaciones incluidas en la moción y afirmó que «non merece a pena ir ao detalle» porque, según él, estaban basadas en datos incorrectos o interpretaciones erróneas.
Defendió su gestión económica explicando que cuando llegó al cargo existían deudas arrastradas desde hace años. Aseguró que parte del remanente se redujo por pagos pendientes, como el canon del agua «que non se pagaba desde 2012», y recordó que su gobierno había asumido esos compromisos.
Uno de los puntos en los que insistió fue la residencia municipal, a la que definió como un servicio que «está a lastrar as contas» y que, según subrayó, debería ser asumido por la Xunta. Según dijo, el Concello paga más de 100.000 euros al año por su mantenimiento y lleva años reclamando una solución estable.
Fernández destacó también que su gobierno había logrado cerca de 900.000 euros en subvenciones, sumando aportaciones de Diputación y Xunta para obras y mejoras que están en marcha o comprometidas. Y señaló que muchas de ellas llevan «anos de trámite» y que el nuevo gobierno tendrá que continuar ese trabajo para que no se pierdan.
El tono se endureció en el tramo final del discurso, cuando Fernández acusó al PP y a los concejales tránsfugas de llegar al gobierno «sen votos suficientes» y calificó la operación de «asalto ao poder». Además, advirtió a los ediles que desde hoy «non poden gobernar o Concello» ni ocupar ningún cargo, más allá del de simples ediles y avisó de que acudirá a los tribunales si asumen funciones que no les corresponden por su condición de tránsfugas.
Un salón dividido y presencia desigual de representantes políticos
En el salón de actos el Pleno se vivió con tensión y enfrentamientos verbales entre simpatizantes de ambos grupos. La parte socialista ocupaba la mayor parte del espacio y mostró en todo momentos su apoyo visible al regidor, con un prolongado aplauso tras la intervención. Entre los asistentes estaban el secretario general del PSOE en Ourense, Álvaro Ávila; el alcalde de O Barco, Aurentino Alonso; el alcalde de Viana do Bolo, Germán García Ávila; el exalcalde de O Barco, Alfredo García y el exconcelleiro de A Rúa, Luis Fernández Gudiña, además de otros militantes y familiares de Amable.
La representación popular fue más reducida. Solo acudieron el alcalde de A Veiga, Juan Anta, y la alcaldesa de Larouco, Patricia Lamela, junto a algunos militantes y amigos del nuevo alcalde.
Tras la votación nominal, la moción quedó aprobada y Pedro Yáñez se convierte en el nuevo alcalde de Manzaneda.